(Las Rozas, 13 de octubre. EFE).- Dentro de la selección venezolana hay un hombre, el preparador físico Rodolfo Paladini, que vive entregado en cuerpo y alma a La Vinotintopero mira de reojo hacia Argentina.
Un desliz perdonable para quien tiene sus raíces en aquél país y guarda agradecimiento sincero hacia alguien que le ha marcado en su carrera profesional, el actual seleccionador de La Albiceleste Gerardo ‘Tata’ Martino.
Sus caminos coincidieron en el cuerpo técnico del Newell’s Old Boys y se bifurcaron, después del éxito con el club rosarino, hacia lugares diferentes. El ‘Tata’ puso rumbo a Barcelona, pero no pudo sacarle billete en su vuelo. Él regresó a Venezuela, dejándose caer en los brazos de su segunda casa.
“Creo que el deseo de poder llevarme (al Barcelona) siempre estuvo, fue lo que hablé con Gerardo, pero no estaba la necesidad porque el Barcelona presenta una escuela importante en cuanto a toda su metodología física. Hay que entender que Gerardo tiene su cuerpo técnico formado. Le deseo lo mejor porque todo ese cuerpo técnico es humanamente extraordinario”, explicó a EFE durante la concentración de La Vinotinto en la localidad madrileña de Las Rozas.
Paladini asegura que no piensa en la oportunidad que se perdió y se refiere con añoranza al tiempo que pasó al lado de Martino: “Fue una de las cosas más lindas de mi vida, más importantes. Más allá del campeonato con Newell’s y las semifinales de Copa Libertadores, fue compartir un vestuario con lo que generaba Gerardo, que era una cuestión desde lo humano extraordinario. Está dentro de mi carrera en un punto muy jugoso de lo que me dio Newell’s”.
Desde la distancia, defiende la valía de Martino para el nuevo cargo que le ha sido asignado y habla de la etapa de su compañero como técnico del Barcelona.
“Es un equipo que estaba acostumbrado a arrasarlo todo. Conociéndole, sé que no hubo ninguna trascendencia de un mal manejo de vestuario, solo lo meramente deportivo. Adaptarse a un monstruo como el Barcelona en poco tiempo siempre es dificultoso. No le tocó el objetivo final, pero analizará él lo que le ha pasado”, subrayó.
“Él tiene mucha dignidad para plantear sus salidas, no lo veo como una frustración, lo veo, al contrario, como una cosa más en su etapa deportiva. No soy quién para hablar de él. Si ha estado donde está, sobre todo ahora, algo tiene que tener”, añadió.
El fútbol sudamericano de selecciones volverá a confrontarlos. El preparador físico tiene claro su deseo: “Hoy mi cabeza está enfocada en lo que yo desbordo aquí, a mis compañeros. Me debo a lo que me ha dado todo lo que tengo durante muchos años, a Venezuela. Se verá cuando llegue, pero me alegraría que mi trabajo aporte una alegría a todo el país venezolano”.
Se trata de un reto complicado para él, que no puede haber buscado mejor acompañante, el técnico Noel Sanvicente. Se conocieron en Caracas, triunfaron, se dieron tiempo y distancia física, volvieron a cruzarse en el Zamora de Barinas y ahora han alcanzado la madurez juntos
En lo que se refiere a su actual labor, reconoce las diferencias con el trabajo de club y se muestra sorprendido en lo físico por la “potencia” de Salomón Rondón. Además, no es partidario de romper con el pasado.“Es un hermano, empezamos de abajo y eso no tiene precio. Empezamos desde regar una cancha hasta lograr cosas importantísimas. No solo está lo deportivo, sino también muchas cosas familiares. Me ha encantado verlo crecer, qué más puede pedir uno. Necesitamos metas, nos debemos a un país que necesita una clasificación para el Mundial y dejaremos todo para hacerlo”, indicó.
“Tenemos que seguir reconociendo y seguir potenciando todo lo bueno que se hizo. Hay cosas muy buenas de la etapa anterior y nuestro objetivo es seguir manteniéndolas y potenciar lo que creemos que es nuestra forma, hacerle entender a los jugadores que no hay que destruir nada de lo bueno, sino que hay que continuarlo. Me lo he encontrado en un buen nivel”, afirmó.