Tras intensas negociaciones, los estados miembro de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) firmaron una declaración conjunta en la que aprueban políticas para asegurar que todas las personas tengan acceso a una dieta más saludable.
Esta declaración será presentada ante la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición, que se celebrará en Roma del 19 al 21 de noviembre. El acuerdo establece un marco de acción voluntaria con cerca de 50 recomendaciones, incluyendo un aumento en las inversiones e intervenciones para mejorar la alimentación de las personas.
El Director General de la FAO, José Graziano da Silva, declaró que el pacto envía una poderosa señal al mundo y muestra que los países miembros se toman en serio el problema de la malnutrición.
La declaración, que tendrá que ser ratificada después de la cumbre, afirma que la pobreza, el subdesarrollo y el bajo nivel socioeconómico son los principales contribuyentes a la malnutrición, tanto en las zonas rurales como urbanas.