La intensificación de los enfrentamientos entre el grupo militante ISIS y las fuerzas de seguridad iraquíes en la provincia de Anbar ha agravado la crisis de los refugiados en Iraq.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) asegura que hasta 180.000 personas han sido desplazadas en los últimos días. Un estimado inicial sugiere que 75 por ciento de los habitantes de la ciudad de Heet, con una población de unas 300.000 personas, ha huido. Se calcula que antes de que estallaran estos nuevos brotes de violencia, Heet ya albergaba en torno a unos 100.000 refugiados de otras áreas del país duramente golpeadas por el conflicto.
Miles de hombres, mujeres y niños siguen presuntamente desplazándose y muchos necesitan asistencia con urgencia, incluyendo alimentos, agua y refugio.
Naciones Unidas está respondiendo a esta crisis, en estrecha colaboración con las autoridades, con la distribución de raciones de alimentos del Programa Mundial de Alimentos para 30.000 personas, así como media tonelada de suministros médicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), suficiente para atender a 5.000 personas durante 2 meses, y 3.500 kits de higiene del Fondo de Población de la ONU (UNFPA)