La ley sobre la regulación del cannabis en Uruguay da sus primeros pasos con dificultad y en medio de grandes incertidumbres sobre su futuro, tomando en cuenta que los candidatos a suceder al presidente José Mujica se reservan su opinión o son francamente hostiles.
Aprobada en diciembre, esta ley elaborada en función de una idea de "Pepe" Mujica ha sido el proyecto estandarte de su mandato, que termina a principios de 2015, y ha cimentado la popularidad mundial del ex tupamaro.
Sus primeros decretos comenzaron a aplicarse en abril y el registro en el que deben inscribirse los usuarios comenzó a operar, parcialmente, a principios de agosto.
La ley ofrece tres formas de acceder a la marihuana (la compra en farmacias, el autocultivo o la membresía en un club) y el usuario debe elegir una de ellas al inscribirse en el sistema.
Por ahora sólo los autocultivadores se pueden inscribir. Esta operación se lleva a cabo en las oficinas de correo, donde los usuarios presentan su cédula de identidad y una constancia de domicilio.
Pero, al 11 de septiembre, el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA) ha podido contabilizar a sólo 378 marihuaneros oficiales.
"Teniendo en cuenta que hay miles de cultivadores en el país, 400 en un mes es un número bajo", dijo a la AFP Juan Manuel Varela, uno de los tres socios de Urugrow, el primer "grow shop" del país.
Con 3,3 millones de habitantes, Uruguay tiene un estimado de 150.000 consumidores regulares de marihuana.
Una de las posibles explicaciones para este penoso avance es lo "confusa" que ha sido la aplicación del texto de ley. Por ejemplo el cultivo privado está permitido, pero ninguna variedad de semilla ha sido aprobada por las autoridades, dijo Varela.
"El reglamento no es muy lógico, porque no establece el acceso a las semillas pero sí establece el autocultivo", aseguró.
Pero, sobre todo, es el concepto del registro nacional lo que cristaliza las dudas y suspicacias de los usuarios y, en última instancia, acaba siendo el principal freno en la aplicación de la ley.
"Si te registras, van a ir a tu casa. Si no te registras, no van a tu casa. Entonces, ¿por qué te vas a registrar?", resumió Varela, él también un consumidor.
"No le veo nada positivo a este registro. No me convence. Puedes consumir tabaco o alcohol sin registrarte", precisó.
- Declaraciones absurdas -
A su modo de ver, el registro es una concesión que se hizo a los opositores de la ley y a las organizaciones internacionales, para facilitar su adopción.
"(El registro) es una forma de legitimar", pero "no hay que dar excusas" para poner en marcha este experimento, protestó el comerciante.
El sociólogo Rafael Bayce, favorable a esta ley única en el mundo que regula la producción y la distribución del cannabis bajo el control del Estado, también expresó sus reservas sobre la discutida herramienta.
"El registro es un enorme riesgo a futuro, porque esta ley puede ser (...) derogada y denunciada y mucha gente perseguida si el gobierno que sigue es un gobierno que es contrario" a la regulación, dijo el especialista.
El manejo público del registro "por el propio personal del gobierno genera una incertidumbre enorme", añadió Bayce, según quien, además, este sistema tampoco será indicativo de los hábitos de los uruguayos.
"El registro va a subestimar enormemente el consumo, no va a tener la utilidad que podría tener", explicó.
El expresidente Tabaré Vazquez (2005-2010), favorito para las presidenciales del 26 de octubre y de la misma coalición de izquierda de Mujica (Frente Amplio), declaró recientemente que, gracias a esta lista supuestamente anónima, "va a haber un registro de consumidores de droga y ese registro va a permitir (al Estado) tener un mayor conocimiento de quiénes están en el tema de las drogas".
"Y va a tener el Estado la posibilidad de intentar, en una etapa más temprana, la rehabilitación de esta persona". añadió.
Según el sociólogo Bayce, otro riesgo a futuro que corre este experimento reside en el hecho de que "deja la aplicación y la evaluación para el próximo gobierno, que no va a ser tan favorable a la ley como fue el actual".
Los otros dos principales candidatos en la carrera presidencial han prometido que, de ganar, derogarán el texto en la forma como está redactado actualmente.AFP