La crisis del ébola en África Occidental está impidiendo a los gobiernos de los países afectados aumentar sus ingresos, lo que les hace vulnerables a la adquisición de deudas nacionales y extranjeras, que lo pueden hacer más dependientes de la ayuda exterior.
Así lo afirma un estudio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicado hoy, que abarca el impacto socio económico de este brote en Liberia, Guinea y Sierra Leona.
El informe estima que esos países experimentan un déficit de 328 millones de dólares para poder funcionar a los niveles similares existentes antes de la crisis.
Esta situación ha sido propiciada por el aumento de los gastos para afrontar el ébola y las limitaciones fiscales derivadas de la desaceleración de actividades económicas como el turismo, la minería y el comercio.
El documento subraya que a causa del virus, los gastos de los gobiernos han aumentado en un 30% en los tres países así como los déficits fiscales, lo que ha provocado que tengan que acudir a la búsqueda de préstamos de entidades financieras como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.