La multinacional japonesa Sony no dejará de fabricar teléfonos inteligentes pese a las pérdidas que le ha generado y buscará reestructurar esta división, según explicó su director financiero, Kenichiro Yoshida, en una entrevista publicada este martes por el diario Nikkei.
"Tenemos la intención de mantener nuestro negocio de smartphones, en vez de retirarnos de este terreno", aseguró tajante Yoshida al principal rotativo económico japonés.
El gigante nipón anunció la pasada semana una pérdida neta acumulada entre abril y diciembre de 109.200 millones de yenes (765 millones de euros), un 561 % interanual más, principalmente por el deterioro de activos de esta rama de negocio, lo que implicará que cerrará el ejercicio por segundo año consecutivo en números rojos.
"Estamos preparando propuestas para la reforma. El 25 de noviembre habrá una reunión con los inversores para tratar el futuro de la rama de electrónica. Aquí solo plantearemos la dirección general de la nueva estrategia para los smartphones", añadió Yoshida.
"Una vez establecida una dirección concreta, compilaremos las propuestas detalladas de reestructuración y las presentaremos en torno a febrero, cuando anunciemos nuestros resultados entre abril y diciembre (primeros nueve meses del ejercicio fiscal en Japón)".
Entre los "pasos concretos" que se incluirán en esta nueva estrategia y que menciona Yoshida se cuenta el dejar de desarrollar modelos de smarthphone exclusivos para China.
"También reexaminaremos las regiones en las que vendemos y cómo vendemos los productos", explicó.
Hace un par de semanas, el diario nipón Yomiuri informó que Sony baraja dejar de vender teléfonos móviles de gama media y baja en América Latina, además de en China, debido precisamente a la intensa competencia de los fabricantes del país vecino.
No obstante, Yoshida destacó que las buenas ventas del modelo de alta gama Xperia Z3 en Japón, Estados Unidos y Europa harán difícil que la facturación de la empresa se encoja, al tiempo que explicó que el desembolso calculado para la reestructuración de la rama de móviles se ha hecho desde una perspectiva "conservadora".
"Por ello, es poco probable que los costes (del proceso) rebasen nuestras estimaciones", concluyó.
"Tenemos la intención de mantener nuestro negocio de smartphones, en vez de retirarnos de este terreno", aseguró tajante Yoshida al principal rotativo económico japonés.
El gigante nipón anunció la pasada semana una pérdida neta acumulada entre abril y diciembre de 109.200 millones de yenes (765 millones de euros), un 561 % interanual más, principalmente por el deterioro de activos de esta rama de negocio, lo que implicará que cerrará el ejercicio por segundo año consecutivo en números rojos.
"Estamos preparando propuestas para la reforma. El 25 de noviembre habrá una reunión con los inversores para tratar el futuro de la rama de electrónica. Aquí solo plantearemos la dirección general de la nueva estrategia para los smartphones", añadió Yoshida.
"Una vez establecida una dirección concreta, compilaremos las propuestas detalladas de reestructuración y las presentaremos en torno a febrero, cuando anunciemos nuestros resultados entre abril y diciembre (primeros nueve meses del ejercicio fiscal en Japón)".
Entre los "pasos concretos" que se incluirán en esta nueva estrategia y que menciona Yoshida se cuenta el dejar de desarrollar modelos de smarthphone exclusivos para China.
"También reexaminaremos las regiones en las que vendemos y cómo vendemos los productos", explicó.
Hace un par de semanas, el diario nipón Yomiuri informó que Sony baraja dejar de vender teléfonos móviles de gama media y baja en América Latina, además de en China, debido precisamente a la intensa competencia de los fabricantes del país vecino.
No obstante, Yoshida destacó que las buenas ventas del modelo de alta gama Xperia Z3 en Japón, Estados Unidos y Europa harán difícil que la facturación de la empresa se encoja, al tiempo que explicó que el desembolso calculado para la reestructuración de la rama de móviles se ha hecho desde una perspectiva "conservadora".
"Por ello, es poco probable que los costes (del proceso) rebasen nuestras estimaciones", concluyó.
EFE