El intento de asalto al Parlamento de Hong Kong a manos de un reducido número de estudiantes esta madrugada mina los apoyos al movimiento democrático, que permanece a la espera del desalojo de otra zona ocupada, según un nuevo mandato judicial.
La Federación de Estudiantes y Scholarism, las dos cabezas visibles del movimiento democrático, se desvincularon hoy de las acciones de un reducido grupo de manifestantes que, a primera hora, trató de acceder al interior del edificio del Parlamento (LEGCO), enfrentándose a la policía y dañando los accesos al edificio.
Los asaltantes, alrededor de una docena con la cara cubierta, rompieron el cristal de uno de los accesos al edificio parlamentario utilizando varias vallas empleadas en las barricadas.
La policía antidisturbios cargó contra los manifestantes con porras y gas pimienta para tratar de dispersarles.
Los agentes detuvieron a cuatro jóvenes, con edades entre los 18 y 24 años, por “daños criminales” y “agresión a agentes policiales” mientras que tres policías tuvieron que ser trasladados a un hospital por las heridas sufridas, dijeron hoy fuentes policiales.
Joshua Wong, al frente de la organización estudiantil Scholarism, dijo en un principio que acciones como las de hoy ponían en peligro a otros manifestantes, pero no llegó a condenar los actos.
“No entiendo con qué intención trataron de asaltar el Parlamento para luego abandonar el lugar inmediatamente”, dijo.
En esta línea, Alex Chow, al frente de la Federación de Estudiantes de Hong Kong, rechazó que las protestas democráticas estén fuera de control, pero admitió que había que mejorar la coordinación entre los manifestantes.
El Gobierno, la policía y parlamentarios democráticos condenaron enérgicamente las acciones de los asaltantes.
“Los actos han violado el principio de paz y la no violencia que subyace en el Movimiento de los Paraguas -nombre coloquial de la protesta-“, señaló el líder del Partido Cívico, Alan Leong Kah-kit.
“Creemos que estos actos tendrán un impacto negativo en el movimiento”, añadió.EFE