En la presentación de su informe anual el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) ha anunciado que adoptar un enfoque basado en objetivos que persigan una actuación inmediata durante los próximos cinco años permitirá que el mundo pueda ser testigo del final de la epidemia de sida para 2030. El nuevo informe de ONUSIDA, 'Actuación inmediata: acabar con la epidemia para 2030', hace hincapié en que, si se adopta un enfoque de actuación inmediata, podrán evitarse aproximadamente 28 millones de nuevas infecciones por el VIH, así como 21 millones de muertes relacionadas con el sida.
«Hemos dado un giro a la trayectoria de la epidemia», declaró Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. «Contamos ahora con cinco años para acabar definitivamente con ella o correr el riesgo de que se dispare hasta estar fuera de nuestro alcance».
Objetivo 90-90-90
El informe, que se presentó en la Universidad de California-UCLA, subraya quye entre las nuevas metas que se deberían cumplir para 2020, se incluye el objetivo 90-90-90, cuyo fin consiste en conseguir que el 90% de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico; que el 90% de las personas que tengan conocimiento de su estado seropositivo accedan al tratamiento; y que el 90% que tengan acceso a él, logren una represión viral efectiva.
ONUSIDA calcula que, en junio de 2014, unos 13,6 millones de personas tuvieron acceso a medicamentos antirretrovirales; ello constituye un gran paso hacia adelante para garantizar que 15 millones de personas accedan a dicho tratamiento para 2015. No obstante, todavía queda un largo camino por recorrer para lograr los objetivos 90-90-90. En particular, es necesario llevar a cabo esfuerzos para cerrar la brecha en materia de tratamiento para los niños. Además, se busca reducir la cifra anual de nuevas infecciones por el VIH en más de un 75% hasta llegar a las 500.000 para 2020, así como lograr cero discriminación.
Se han logrado numerosos avances a gran escala en cuanto a la respuesta del VIH, y ahora existen más datos sobre cómo crear programas de una forma eficaz y eficiente para generar los mejores resultados para las personas
Charlize Theron, Mensajera de la Paz de las Naciones Unidas y fundadora del Charlize Theron Africa Outreach Project, este mensaje. «Al permitir que los jóvenes tengan acceso a una salud y una educación de calidad en lo que respecta al VIH, los estamos capacitando para tomar decisiones informadas en cuanto a su futuro. Hagamos que todos los adolescentes del mundo formen parte de la solución para acabar con esta epidemia», apuntó.
El informe señala, asimismo, la importancia de la inversión para lograr estos objetivos. Los países de ingresos bajos necesitarán 9.700 millones de dólares de financiación para 2020, y los países de ingresos medios-bajos, 8.700 millones. Se requerirá apoyo económico internacional para complementar las inversiones nacionales, especialmente en los países de ingresos bajos, que en la actualidad solo financian cerca del 10% de sus respuestas al VIH a través de recursos nacionales. Los países de ingresos medios-altos necesitarán 17.200 millones en el año 2020. En 2013, el 80% de los países de ingresos medios-altos financiaban sus respuestas al VIH utilizando fuentes nacionales.
«Si invertimos tan solo 3 dólares al día por cada persona que vive con el VIH durante los próximos cinco años, conseguiríamos un impacto positivo con respecto a la epidemia», declaró Sidibé. «Y sabemos que cada dólar invertido devolvería 15 dólares estadounidenses».
Si se realiza una inversión suficiente, la necesidad de recursos a nivel mundial empezará a descender a partir de 2020. Para 2030, los recursos que se necesitan anualmente en todos los países de ingresos bajos y medios se reducirán hasta los 32.800 millones de dólares estadounidenses, un 8% menos de los 35.600 millones necesarios en 2020. Gracias a estos recursos, se ofrecerá tratamiento antirretrovírico en 2020 al doble de personas que en 2015.
El eje central
El enfoque de actuación inmediata de ONUSIDA hace hincapié en la necesidad de centrarse en los países, las ciudades y las comunidades más afectadas por el VIH, y recomienda que se destinen los recursos a las zonas en las que estos puedan lograr un mayor impacto. El enfoque subraya que, en especial, es necesario realizar esfuerzos en 30 países en concreto, los cuales, en su conjunto, registran el 89% de las nuevas infecciones por el VIH en todo el mundo. Para que las respuestas en estos 30 países prioritarios se lleven a cabo de forma inmediata, se necesitará movilizar a los asociados individuales, institucionales e internacionales, así como alcanzar compromisos significativos tanto a escala nacional como internacional. Además, se presta especial atención a la importancia de llegar a las personas más afectadas por el VIH como un elemento clave para acabar con la epidemia. Finalmente, se hace referencia a las preocupaciones existentes en lo que respecta al acceso a los servicios relacionados con el VIH para las personas que más lo necesitan.ABC