Por definición los derbi son calficados de alto riesgo por las autoridades policiales en base al carácter ciudadano y la peligrosidad que puede suponer el choque de aficiones y, de hecho, la circulación en sí misma. Lo demostraron los incidentes de los años 2007 y 2008 en los Espanyol-Barça de Montjuïc cuando los propios Mossos d'Esquadra acompañaban a los radicales del Barça, Boixos Nois en su mayoría, desde Les Corts hasta el estadio espanyolista.
Previamente se comprobaba que cada cual disponía de su entrada y pasaban los controles pertinentes. Sin embargo, luego en las gradas aparecían bengalas y objetos arrojadizos de todo tipo, demostrándose absolutamente inútiles las medidas. Hasta el punto de que los incidentes en las gradas y en los alrededores llegaron a ser graves sin que la policía autonómica pudiera hacerse con el control. Como consecuencia de lo ocurrido ambos clubs resolvieron no vender entradas a las aficiones respectivas, impidiendo formalmente la compra en sectores especial habilitados para las aficiones visitantes.
Este cierre de ambos estadios sí ha sido eficaz, pues desde entonces, aunque se han mantenido los operativos policiales de alto riesgo, como lo habrá hoy igualmente, ya no se han registrado altercados ni incidentes.
MD