El ascenso de la izquierda representada por Podemos puede convertir a España en la “plataforma de difusión” del chavismo en Europa. Así lo sostiene el embajador venezolano en Madrid, Mario Isea, en un informe que se entregó el pasado 24 de noviembre, durante una reunión privada, a los diputados del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). El diplomático aboga por que el Gobierno de Caracas, antes que procurar la normalización de las relaciones con el Ejecutivo español, mantenga la confrontación y movilice los contactos internacionales para acallar las protestas por el encarcelamiento del dirigente opositor Leopoldo López.
El documento, titulado “Caso Rajoy: contexto general y acciones a tomar”, fue redactado después que el presidente del Gobierno español calificara de “necesaria” la liberación de López y recibiera a su esposa en la sede del Partido Popular, lo que provocó que Isea fuera llamado a consultas a Caracas a finales de octubre.
Según el diplomático, tres factores han impedido que ocurra un “estallido social” en España: la amplia tradición de ahorro y conservación del patrimonio de las familias españolas; “la campaña oficial y mediática de generación de esperanzas en base a una supuesta recuperación económica”, y la ausencia de una alternativa política. Pero luego subraya: “Aunque éste (último) factor se ha ido debilitando producto del aglutinamiento de fuerzas de Podemos, que actualmente alcanza el 28,3% en las encuestas”.En el documento, entregado en una reunión celebrada en la Asamblea Nacional, el embajador ofrece indicadores sobre la situación económica de España —desempleo, deuda pública, pobreza— y se refiere a algunos de los problemas sociales y políticos que atraviesa el país —tensiones territoriales, escándalos de corrupción— y sobre esa base, afirma: “La agudización de las contradicciones fundamentales en el seno de la sociedad favorece el crecimiento de la izquierda española, como se evidenció en las elecciones del Parlamento Europeo, el crecimiento de Izquierda Unida (IU) y la aparición de Podemos como fenómeno político electoral”.
Acto seguido, el embajador venezolano en Madrid comienza a dibujar escenarios acerca de lo que representaría para Venezuela y sus socios de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) la llegada de una fuerza como Podemos al Palacio de la Moncloa. “De concretarse el acceso de la izquierda en España, sería posible que: España sirva de plataforma de difusión para toda Europa, de los logros del modelo de integración impulsado en Latinoamérica; se debilite la presencia de la Alianza del Pacífico y se fortalezca la presencia de ALBA y Mercosur; se debilite el consenso belicista de la OTAN; España se constituya como un fuerte aliado de Venezuela en la Unión Europea”, sostiene el diplomático y exdiputado.
Frente a este panorama, Mario Isea propone que la bancada chavista en el Parlamento asuma una posición más combativa contra el presidente Rajoy y realice contactos internacionales para “neutralizar la campaña” que clama por la liberación del opositor Leopoldo López, preso en una cárcel militar desde febrero pasado por supuestos cargos de conspiración que la justicia no termina de precisar. “Se requiere, para resguardar nuestra dignidad y preservar nuestro liderazgo, ejercer presión para lograr, antes de normalizar nuestra relación bilateral, una acción pública del Gobierno español que de manera directa o indirecta, pero contundente, demuestre que acepta que Mariano Rajoy ha cometido un error o que no deje lugar a dudas que reconoce el carácter democrático y vigencia de nuestras instituciones”, señala el documento. El informe de Isea, dado a conocer por el periodista venezolano Pedro Pablo Peñaloza a través del medio digital Runrun.es, ha sido ventilado en el Parlamento un mes después de que la mayoría chavista decidiera no pronunciarse sobre el desencuentro entre Madrid y Caracas, el pasado 3 de noviembre.
El 24 de octubre, el presidente Nicolás Maduro anunció “la revisión integral de las relaciones diplomáticas con el Reino de España, como consecuencia de las declaraciones injerencistas del Jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy”, dos días después de que el presidente del Gobierno recibiera a la esposa de López, Lilian Tintori, en la sede del Partido Popular. Tras este encuentro, Rajoy reiteró en calidad de presidente del PP “la preocupación de la Unión Europea por el juicio de Leopoldo López, así como la necesidad de respetar la libertad de expresión y el derecho a manifestarse” en Venezuela. Luego, el día 28, la Cancillería venezolana informó mediante un comunicado del llamamiento a consultas del embajador en Madrid, Mario Isea.
López, líder del partido opositor Voluntad Popular, se entregó voluntariamente a la justicia el 18 de febrero, días después que el presidente Maduro le responsabilizara de la violencia que se cobró la vida de más de 40 personas durante las protestas antigubernamentales que estallaron en varias capitales del país el día 12 de ese mismo mes. En abril, la Fiscalía acusó a López de cuatro delitos que podrían acarrearle una condena de más de 13 años de prisión. Mientras transcurre el juicio en su contra, él y otros dirigentes de la oposición se encuentran aislados en celdas de máxima seguridad y en condiciones paupérrimas. A ello se ha unido ahora el proceso abierto contra otra importante dirigente opositora, María Corina Machado, acusada de planificar el asesinato de Maduro.
Este 25 de noviembre, un tercio de los exlíderes latinoamericanos y europeos que integran el Club de Madrid también se pronunció a favor de la libertad del dirigente opositor. El documento, que califica su detención como “arbitraria”, fue suscrito por los expresidentes Óscar Arias de Costa Rica; Fernando Henrique Cardoso de Brasil; Ricardo Lagos de Chile; Alejandro Toledo de Perú; Luis Alberto Lacalle de Uruguay, Jorge Quiroga de Bolivia; Andrés Pastrana de Colombia; y Osvaldo Hurtado de Ecuador, entre otras personalidades.EL PAIS