Un cartel en blanco y negro con la oferta de los productos, acompañada por sus precios y potenciales riesgos para la salud, será la única promoción que podrán llevar a cabo los comercios uruguayos del tabaco y sus derivados, cuyo incumplimiento podrá acarrear multas de hasta 20.000 dólares.
"A partir del 1 de enero se aplicarán sanciones desde los 1.000 hasta los 20.000 dólares, depende de la gravedad del incumplimiento que se haga", afirmó este viernes la directora del Centro de Cooperación Internacional para el Control del Tabaco del Ministerio de Salud Pública(CCICT), Silvina Echarte.
Echarte recordó la entrada en vigencia, el pasado 3 de noviembre, del decreto parlamentario, por el cuál se prohíbe en su totalidad la publicidad, la promoción y el patrocinio de los productos del tabaco y su exhibición en los puntos de venta.
Por tanto, en los comercios no podrá figurar a la vista del público ningún tipo de elemento alusivo a los productos del tabaco, desde ceniceros hasta carteles.
Para este cometido, el Ministerio de Salud Pública de Uruguay formó a un grupo de inspectores, especializados en difundir planes de información y sensibilización para los comerciantes.
"Despintar los kioskos, sacar todo tipo de ceniceros, relojes o estanterías que porten marcas de tabaco", enumeró la presidenta del centro como algunas de las posibles medidas que los comerciantes deberán emprender.
Al grupo de inspectores, capacitados en 2005 por el Ministerio de Salud Pública para el combate del tabaco, se unió en 2013 la Cooperativa 21 de octubre, formada por los trabajadores de la empresa tabacalera Phillip Morris que fueron despedidos cuando cerró en Uruguay.
A partir del próximo año cuando el consumidor uruguayo vaya a adquirir este tipo de productos "va a encontrar un cartel de los productos del tabaco con sus respectivos precios junto con las advertencias aprobadas por el Ministerio de Salud Pública", adelantó Echarte.
"No tiene que incluirse ningún tipo de logo, solo en blanco y negro el nombre del producto y el precio respectivo", agregó.
Además alertó de que las infracciones de publicidad serán consideradas las más graves y, por tanto, las sanciones económicas serán superiores.
Al respecto, la representante del Programa Nacional para el Control del Tabaco, Ana Lorenzo, aseveró que la publicidad de estos productos impacta sobre todo en los jóvenes, que son "los blancos de la industria tabacalera".
"Lo tenemos medido", cercioró Lorenzo, quien informó que en los últimos años se ha producido un importante descenso en el consumo de tabaco, tanto en adultos como en jóvenes de Uruguay.
"A partir del 1 de enero se aplicarán sanciones desde los 1.000 hasta los 20.000 dólares, depende de la gravedad del incumplimiento que se haga", afirmó este viernes la directora del Centro de Cooperación Internacional para el Control del Tabaco del Ministerio de Salud Pública(CCICT), Silvina Echarte.
Echarte recordó la entrada en vigencia, el pasado 3 de noviembre, del decreto parlamentario, por el cuál se prohíbe en su totalidad la publicidad, la promoción y el patrocinio de los productos del tabaco y su exhibición en los puntos de venta.
Por tanto, en los comercios no podrá figurar a la vista del público ningún tipo de elemento alusivo a los productos del tabaco, desde ceniceros hasta carteles.
Para este cometido, el Ministerio de Salud Pública de Uruguay formó a un grupo de inspectores, especializados en difundir planes de información y sensibilización para los comerciantes.
"Despintar los kioskos, sacar todo tipo de ceniceros, relojes o estanterías que porten marcas de tabaco", enumeró la presidenta del centro como algunas de las posibles medidas que los comerciantes deberán emprender.
Al grupo de inspectores, capacitados en 2005 por el Ministerio de Salud Pública para el combate del tabaco, se unió en 2013 la Cooperativa 21 de octubre, formada por los trabajadores de la empresa tabacalera Phillip Morris que fueron despedidos cuando cerró en Uruguay.
A partir del próximo año cuando el consumidor uruguayo vaya a adquirir este tipo de productos "va a encontrar un cartel de los productos del tabaco con sus respectivos precios junto con las advertencias aprobadas por el Ministerio de Salud Pública", adelantó Echarte.
"No tiene que incluirse ningún tipo de logo, solo en blanco y negro el nombre del producto y el precio respectivo", agregó.
Además alertó de que las infracciones de publicidad serán consideradas las más graves y, por tanto, las sanciones económicas serán superiores.
Al respecto, la representante del Programa Nacional para el Control del Tabaco, Ana Lorenzo, aseveró que la publicidad de estos productos impacta sobre todo en los jóvenes, que son "los blancos de la industria tabacalera".
"Lo tenemos medido", cercioró Lorenzo, quien informó que en los últimos años se ha producido un importante descenso en el consumo de tabaco, tanto en adultos como en jóvenes de Uruguay.
EFE