El aspirante republicano a la presidencia de EE.UU. en 2012, Mitt Romney, no intentará repetir candidatura en 2016, según anunció hoy él mismo en una teleconferencia con simpatizantes.
Romney, que también fue aspirante frustrado para la candidatura presidencial republicana de 2008, que ganó el senador John McCain, dijo que es el momento de que el partido conservador se nutra de caras nuevas en su puja por recuperar la Casa Blanca.
"Después de poner un considerable tiempo de reflexión sobre si optar a la Presidencia, he decidido que es mejor ceder a otros líderes en el partido la oportunidad de ser el próximo candidato", explicó el exgobernador de Massachusetts.
"Me di cuenta de que sería un difícil desafío", confesó Romney, que durante la campaña de 2012 tuvo grandes problemas para conciliar sus posturas políticas del pasado con el discurso que demandaban las bases más conservadoras de los republicanos.
Romney puso a todos los analistas políticos estadounidenses en vilo hace tres semanas al anunciar que estaba considerando optar de nuevo a la Presidencia de Estados Unidos.
Los gestos y señales lanzadas estas últimas semanas por Romney a sus seguidores hacían pensar a la mayoría de analistas que concurriría una tercera vez a la Presidencia, pese a la dolorosa derrota sufrida frente al presidente estadounidense, Barack Obama, en 2012.
El aspirante a la candidatura republicana que suena con más fuerza, el exgobernador de Florida Jeb Bush, emitió un comunicado tras el anuncio de Romney en el que destacó el liderazgo de su compañero de partido durante años.
"Aunque estoy seguro que su decisión no fue fácil, sé que Mitt Romney no dejará de trabajar por renovar la promesa estadounidense de progresar, apoyar la libre empresa y fortalecer la defensa nacional", indicó Bush, que colaboró de cerca con Romney durante la campaña de 2012.
"Espero poder trabajar con él para asegurarme de que todos los estadounidenses tienen la oportunidad de mejorar", añadió Bush, que podría tener en Romney un importante apoyo si finalmente opta a la candidatura republicana, algo que es probable a juzgar por la infraestructura financiera que está preparando.
En el lado demócrata, todo apunta a que la ex primera dama y antigua secretaria de Estado Hillary Clinton será la candidata a la Presidencia, apoyada por una sólida red de recaudación y unas encuestas que la sitúan como la aspirante más popular.
EFE