(Madrid, 11 de marzo. EFE).- El embajador de Venezuela, Mario Isea, afirmó hoy que su gobierno no financia partido alguno en España ni quiere que se le inmiscuya en la política interna española en este año electoral.
Isea dio una rueda de prensa para denunciar las sanciones impuestas a su país por el Gobierno de Estados Unidos, aunque una parte de las preguntas versó sobre temas de interés para España, como las relaciones bilaterales, la presencia de empresas españolas en Venezuela y el llamado “caso Monedero”, sobre el dirigente del partido Podemos.
Juan Carlos Monedero reconoció a mediados de febrero haber percibido 425.000 euros del Banco del Alba (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, a la que pertenece Venezuela) por unos informes de consultoría relativos a la creación de una moneda única.
La hipótesis de que parte de ese dinero haya servido para financiar Podemos ha sido rechazada por los dirigentes de ese partido y hoy el embajador venezolano se desmarcó del caso.
“Hay un clima electoral en España y yo, por respeto a los temas internos, no puedo opinar”, dijo el diplomático, para quien su embajada “no puede ser señalada como una entidad que se inmiscuye” en los asuntos españoles.
En esta línea, subrayó que Venezuela “no financia partidos políticos” y afirmó que su país “no es candidato a nada” en las elecciones de este año en España.
Admitió que los gobernantes de los países pueden tener “más simpatías” por algunos políticos extranjeros que por otros, pero no hizo mención alguna expresa a Podemos.
En su momento Monedero explicó que no podía hacer públicos los informes por los que fue pagado si no era autorizado por el contratante y hoy el embajador de Venezuela ha asegurado que el Banco del Alba es el “responsable de esas contrataciones”, por lo que ha eludido más precisiones.
A finales de octubre Isea fue llamado a consultas por su Gobierno como muestra de malestar de Caracas por el hecho de que el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, recibiera – como líder del Partido Popular – a Lilian Tintori, esposa del disidente Leopoldo López, encarcelado desde hace poco más de un año tras el comienzo de unas protestas callejeras en Venezuela, con 43 muertos.
Mario Isea volvió a Madrid a finales de febrero y su rueda de prensa de hoy coincide con la presencia en España de Mitzy Capriles, esposa del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, detenido el 19 de febrero, acusado de conspirar contra el Gobierno de Venezuela.
Capriles se reunirá con representantes de partidos españoles y el embajador ha expresado hoy su respeto por esas entrevistas, aunque ha añadido que también sería “muy humano” que en España hablaran con las familias de los 43 muertos del año pasado, entre ellos diez agentes de Policía y un fiscal.
No obstante, el diplomático ha reconocido que las relaciones con España van “en tono de mejoramiento”.
Isea ha negado que en una reunión con empresas españolas afincadas en Venezuela, hace unas semanas, hubiera habido la menor controversia o amenaza y ha agregado que también en ese ámbito la relación es “normal”.
Ha puesto como ejemplo que entre el 1 y el 3 de marzo pasados la Embajada montó una exposición en Madrid para contar que en Venezuela se respeta el Estado de Derecho y que contó con la participación de representantes de empresas españolas.
Ha señalado que Repsol ha anunciado inversiones por valor de 2.000 millones de dólares y que firmas del sector turístico también tienen intención de invertir.
Sobre el contencioso con Iberia, que no ha podido repatriar 200 millones de euros resultado de sus operaciones en Venezuela, el embajador ha admitido que “hay negociaciones” para solucionarlo.
“Nadie está pensando en irse de Venezuela. Es una gran oportunidad para las líneas aéreas y para abrir nuevas rutas”, ha dicho el embajador venezolano.
Isea: La “injerencia” de los EE UU asegura que Washington respalda a la “extrema derecha” venezolana
El embajador de Venezuela en España, Mario Isea, denunció hoy la “injerencia” de Estados Unidos en su país tras el anuncio de sanciones por parte del Gobierno de Barack Obama, y aseguró que con ello Washington respalda a la “extrema derecha” venezolana.
El 9 de marzo Obama declaró la situación de Venezuela como una “emergencia nacional” por el “riesgo” que supone para la seguridad de Estados Unidos, medida acompañada de sanciones para altos funcionarios de Caracas.
“Es un acto de suma gravedad que forma parte de la política injerencista de EE UU”, dijo el embajador venezolano en Madrid, que convocó a la prensa para dar seguimiento a la instrucción de la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, de que las misiones diplomáticas del país denuncien la “agresión imperialista del Gobierno” estadounidense.
La medida de Washington hay que verla en el marco del “servil interés (del Ejecutivo de EE UU) al complejo industrial militar”, en palabras de Mario Isea, quien recordó que ese país intentó en el pasado derrocar al fallecido presidente Hugo Chávez.
El diplomático aseguró que en su país se respeta el Estado de Derecho, frente a la actitud de la oposición de “hacer campañas” para denunciar lo contrario y subrayó que en Venezuela se puede revocar el mandato de un presidente y derogar leyes que un porcentaje de la población considere lesivas.
También aseguró que la actitud de EE UU hacia Caracas fue criticada por organismos internacionales, como Celac y Unasur, y que esas sanciones y declaraciones de la diplomacia estadounidense suponen quitar estímulos al diálogo con la oposición, porque generan la impresión de “impunidad” para éstos últimos.
El próximo mes de abril tendrá lugar la Cumbre de las Américas, pero el embajador dijo hoy no tener información acerca de si durante esa cita tendrá lugar una entrevista entre Obama y el presidente venezolano Nicolás Maduro.
“Pero Maduro siempre está a favor del diálogo y del respeto mutuo”, añadió el diplomático, quien hizo hincapié en que, a diferencia de Washington, la Unión Europea no se está planteando sanciones contra su país.