(Washington, 07 de abril. EFE) - La revisión del Departamento de Estado sobre el estatus de Cuba en la lista de países a los que EE.UU. considera patrocinadores del terrorismo está en su etapa final y “próxima a concluir”, dijo hoy un alto asesor del presidente Barack Obama.
En una conferencia telefónica con periodistas sobre el viaje de Obama a Jamaica y a la Cumbre de las Américas en Panamá, Ben Rhodes, asesor adjunto de seguridad de Obama, explicó también que no ve probable un anuncio sobre la reapertura de embajadas en Washington y La Habana antes de esa cita continental, que comienza el viernes.
Cuba aparece cada año desde 1982 entre los países a los que EE.UU. considera patrocinadores del terrorismo y, como parte del histórico anuncio de diciembre pasado para la normalización de las relaciones bilaterales, Obama ordenó al Departamento de Estado una revisión de la presencia de la isla en esa lista.Según Rhodes, en Panamá habrá algún tipo de interacción entre Obama y el presidente cubano, Raúl Castro, en los márgenes de la Cumbre, pero por el momento no hay un encuentro bilateral formal programado entre ambos.
Las razones para mantener hasta ahora a Cuba en la lista -en la que comparte espacio únicamente con Irán, Sudán y Siria- son su presunta acogida a miembros de la organización terrorista vasca ETA y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), además de algunos fugitivos de la Justicia estadounidense.
Para sacar a Cuba de la lista, Estados Unidos debe llegar a la conclusión de que “durante los últimos seis meses” el país no se ha implicado “en el apoyo, asistencia o complicidad de actos terroristas internacionales”, según explicó recientemente el Secretario de Estado de EE.UU., John Kerry.
Además, es necesario contar con un compromiso del Gobierno de Cuba de que no tiene intención de involucrarse o apoyar el terrorismo en el futuro.
Una vez que el Departamento de Estado culmine su revisión, debe enviar su recomendación a Obama, que tiene, por su parte, que notificarlo de manera formal al Congreso, que cuenta después con 45 días para estudiar la iniciativa.
Rhodes recordó hoy que la Casa Blanca no tiene “control” sobre cuándo el Departamento de Estado hará la recomendación a Obama, que ordenó en su momento que la revisión de la presencia de Cuba en la lista se hiciera “lo más rápido posible”.
Cuba reclama su salida de esa lista, pero no lo considera una “precondición” para retomar las relaciones bilaterales con EE.UU. y reabrir las embajadas en las respectivas capitales.
Sobre esa reapertura, Rhodes comentó que, aunque no lo descarta, no anticipa un anuncio al respecto antes de la cumbre, pero enfatizó que EE.UU. está “satisfecho” con la marcha de las negociaciones y los “progresos alcanzados”.
En la misma línea, el principal asesor de Obama para Latinoamérica, Ricardo Zúñiga, destacó que las conversaciones para la normalización de las relaciones bilaterales se están llevando a cabo “con seriedad y eficacia, como debe ser”.