El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, visita hoy Irán mientras sube la tensión en las relaciones bilaterales por sus duras declaraciones contra el país persa. El mandatario turco acusó el 26 de marzo a Teherán de “intentar dominar Oriente Próximo” y dijo que, además de a Turquía, "a Arabia Saudí y los países del Golfo Pérsico se les ha agotado la paciencia" por las actuaciones de Irán. Las relaciones entre Ankara y Teherán se han enfriado por sus posturas opuestas en los conflictos de Siria, Irak y Yemen
Al día siguiente de estas acusaciones, Mohammad Javad Zarif, el ministro de Exteriores iraní, atribuyó de forma tácita la inestabilidad de la región al apoyo de Ankara a los yihadistas y a los rebeldes de Siria y declaró: “Los que han causado daños irreparables con sus errores estratégicos y políticas ambiciosas, sería mejor que adoptaran políticas responsables para utilizar las capacidades existentes en función de establecer la calma y la unidad en la región”. El Ministerio de Exteriores iraní convocó también al encargado de negocios turco para dar explicaciones al respecto.
Pese a las discrepancias políticas entre los dos países, el volumen de las relaciones comerciales entre ambos en 2014 llegó a 14.000 millones de dólares, una cifra relevante teniendo en cuenta las sanciones que sufre Teherán. Ambas partes tienen la intención de doblar su volumen comercial, hasta los 30.000 millones de dólares en 2015. Uno de los temas que van a abordar es el acuerdo preferencial de comercio puesto en marcha el 1 de enero para facilitar los intercambios comerciales y que ha favorecido más a los turcos, que han logrado aumentar 19,9% el volumen de sus exportaciones en febrero de 2015 en comparación con el mismo periodo del año pasado.
Ambas potencias regionales se necesitan. Erdogan precisa de la presencia de Turquía en el mercado iraní para recalentar su economía, mientras el Gobierno de Hasan Rohaní, con su política de distensión, trata de mantener a Turquía como uno de sus mejores clientes de gas y petróleo y le abre a Ankara las puertas de su mercado con el fin de prepararse para una reintegración más rápida en la comunidad internacional.
Ante las críticas de las autoridades iraníes y en especial, los parlamentarios, Erdogan reiteró la semana pasada en Estambul que los parlamentarios iraníes “no determinan si puedo viajar a Irán o no”. El portavoz de la presidencia de Turquía, Ibrahim Kalin, aseguró ayer que Erdogan repetirá en Irán "sus mensajes en favor de la paz de la región".El viaje de Erdogan ha estado precedido de un cruce de acusaciones. Varios parlamentarios iraníes exigieron al Gobierno que suspendiera el viaje del mandatario turco. Mohammad Esmail Kosarí, jefe del comité de Defensa y de Seguridad del Parlamento pidió al Gobierno del presidente Rohaní suspender la visita de Erdogán y calificó sus declaraciones de “inapropiadas”. Mansur Haghighat Pour, vicepresidente de la Comisión de la Seguridad Nacional y de Política Exterior del Parlamento, expresó que el presidente turco es un seguidor del "neo otomanismo (...) pero estas ideas son obsoletas”. Mohammad Hassan Asafari, otro parlamentario, acusó al presidente turco de apoyar "a los terroristas en Irak y Siria. Turquía les compra petróleo y ellos con este dinero están matando a los inocentes”.EL PAIS