( AVN) - El Defensor del Pueblo, Tarek William Saab, destacó que el apoyo a Venezuela ante las recientes agresiones por parte del gobierno de Estados Unidos, se verá reflejado en la VII Cumbre de las Américas, que se realizará en Panamá.
“Fue un error de cálculo de Estados Unidos. No midieron el apoyo que podía tener Venezuela, el cálculo a nivel externo fue catastrófico porque, prácticamente, Estados Unidos y Canadá son los únicos países que no han solicitado, en América, la derogatoria de ese decreto”, expresó Saab en una entrevista radial, al referirse a la orden ejecutiva firmada por el presidente estadounidense, Barack Obama, el pasado mes de marzo, en el que se declara a Venezuela como una “amenaza inusual”.
De igual forma, calificó de sin sentido las sanciones impuestas por el gobierno estadounidense a siete funcionarios venezolanos, quienes contribuyeron a frenar los actos vandálicos y terroristas registrados en el primer semestre de 2014, por la supuesta violación de Derechos Humanos.
“Ninguno de esos funcionarios tiene bienes en Estados Unidos. (…) Es una coartada para atacar al Estado venezolano”, aseveró.
El gobierno de Estados Unidos ha arreciado los ataques en contra de Venezuela con la ejecución de acciones como las medidas unilaterales adoptadas a mediados de diciembre pasado, con la que se pretende sancionar al pueblo venezolano y se respaldan los actos vandálicos y terroristas de la extrema derecha en 2014, en los que fueron asesinados 43 venezolanos.
Los ataques de Estados Unidos arreciaron el pasado 2 de febrero, con el anuncio de nuevas sanciones, y prosiguieron el 8 de este mes, cuando el general Vincent Stewart, director de la Agencia de Inteligencia del Departamento de Defensa en EE UU, anticipó, en una comparecencia ante la Comisión de Asuntos Militares de la Cámara norteamericana de Representantes, que Venezuela enfrentará “protestas masivas” en los meses previos a las elecciones legislativas previstas para este año.
Luego, el 9 de marzo, el presidente Obama firmó el decreto que declara a Venezuela como una “amenaza” contra el país norteamericano, lo que generó el repudio de los pueblos del mundo, que se han sumado a la exigencia de anulación de la citada orden.
