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martes, 28 de abril de 2015

BBC Mundo: la curiosa -y terrorífica- sensación de hacerse un retrato en 3D

A estas alturas nos son familiares las maravillas que se pueden lograr con la impresión en tres dimensiones, desde pistolas hasta prótesis. Pero cuando acudí a una conferencia de física en marzo no esperaba terminar con una versión impresa en 3D de mí mismo.
Sin embargo, ese era precisamente el servicio que ofrecía uno de los puestos de la reunión de la Sociedad de Física de Estados Unidos en el Día de la Industria.
Así que me subí a una pequeña plataforma giratoria, traté de permanecer quieto durante unos incómodos minutos mientras una cámara me escaneaba de arriba a abajo, y después rellené un formulario.
Unas semanas después me llegó un paquete por correo.
Y en algún lugar dentro él se encuentra mi gemelo de cinco centímetros, a la espera de que supere mi miedo y le muestre la luz del día.
Pero yo no tengo prisa. Todo esto me parece un poco… extraño.
Así que la caja lleva varios días sobre mi escritorio.
A pesar de que haberme dejado imprimir me convierte en miembro del ilustre club del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y del rey Ricardo III de Inglaterra, no estoy seguro de mi decisión.
¿Qué hace alguien con su selfie en forma de pequeña estatua? Y sobre todo, ¿dónde encuentra este negocio sus clientes?

Policías y sus armas

No es estrictamente un selfie, una autofoto, porque no me la “hice” yo mismo. Fui escaneado en una plataforma giratoria en San Antonio, Texas, y después una versión en tres dimensiones y a todo color de este servidor fue impresa en la sede de la compañía en Emeryville, California.
La empresa detrás de este montaje es Twindom. Y su confundador, Richard Berwick, me dice que con el tiempo descubrió que la clave del negocio no son, de hecho, los selfies en 3D; gente que quiera una versión impresa en miniatura de sí misma.
“Para ser honesto, este mercado es extraordinariamente pequeño, porque esto es sólo una chuchería y no tiene sentido para mucha gente”. (La empresa cobra entre US$40 y US$400, dependiendo del tamaño de la figura).
En lugar de ello, Berwick dice que el objetivo de la compañía son ahora las familias, los padres y los dueños de mascotas; gente que quiere un recuerdo de un ser querido.
“No suele ser la gente que se escanea la que se queda con la impresión (en 3D). Es siempre para sus amigos y familiares”, explica.
Y cuando eran varios miembros de una familia o una mascota los que se subían a la plataforma giratoria, solían tener que luchar para mantenerlos quietos.
Así que cambiaron de sistema, y el más reciente es una gran cabina, repleta de cámaras, que toman una fotografía en 3D instantánea.
“Ahora tenemos algo que puede captar a una mascota o a un niño pequeño que se está moviendo”, señala Berwick.
El artilugio en cuestión se llama Twinstant, se vende por US$60.000 y ya lo compraron varias empresas de EE.UU., Australia y Japón.
Berwick informa que otro es instalado en Londres, en la compañía Empower3D.
Y la cadena de supermercados de Reino Unido Asda está haciendo algo similar con su servicio 3DMe.
A otra escala, Twindom ha desarrollado un sistema de escaneo para tabletas.
Así que la plataforma giratoria con la que yo me encontré en la conferencia de Texas era el sistema original y aún hace negocio.
“Suelo ir a muchos festivales. La próxima semana vamos a (el festival de películas, música e interactividad de Texas) South by Southwest”, me dijo Russ Ramírez mientras esperaba a ser escaneado en su puesto. ” Y los cosplays (festivales a los que se suele acudir caracterizado) también son grandes en términos de clientes”.
Eso era evidente por los modelos impresos que tenía como muestra en el puesto: versiones de personas comunes disfrazadas de La mujer maravilla o de Spock, el personaje de Star Trek.
Así que, al parecer, mucha gente acude realmente a hacerse un selfie en 3D.
“Creo que se dan ambos casos”, aclara Ramírez. “Algunos lo quieren (la figura) para ellos mismos y otros, como los policías, para dárselo a sus hijos”.
¿Policías?
“Hacemos un montón de policías. Probablemente el cliente número uno, aparte de los cosplayers (aficionados a caracterizarse), son los policías”, explica. “La próxima semana tengo que ir a la oficina del sheriff del condado”.
Parece que la sucursal de Twindom en Texas se ha encontrado con un mercado muy particular.
“Vienen con el uniforme y lo quieren (el retrato 3D) para sus hijos. Es un recuerdo para la familia”, dice. “Porque nunca sabes, el de los policías es un trabajo muy peligroso. Así que de esta manera, en lugar de una fotografía, tienes una figura de ellos”, añade.

Figuras para pasteles de boda

“También suelen figurar con sus armas; sus rifles y todo. Así que las traen. Y mientras no estén cargadas, yo no tengo problemas con eso”.
Con igual éxito, aunque presumiblemente con menos pistolas, Berwick me cuenta que su estudio en California también recibe mucha gente mayor y parejas.
“Normalmente solemos escanear a personas de entre 70 y 85 años. La persona más vieja que escaneé creo que tenía 91″, hace la cuenta.
“Muchas de estas personas se someten al escáner porque sus hijos decidieron que si no lo hacen nunca tendrán una representación en 3D de ellas, y que no serán capaces de recordar cada una de sus arrugas”.
También existe un negocio en expansión en relación con las tortas de boda: se necesitan retratos en 3D de los recién casados para colocarlos sobre éstas.
“Hacemos figuras para tortas. Es algo grande”, reconoce Berwick.
La compañía incluso ha impreso al menos seis propuestas de matrimonio. “Agarran una pizarra en la que se lee ‘¿Te casarías conmigo?’, se hacen escanear con ella y se la dan (el retrato en 3D) a la persona correspondiente”, explica.
“En una ocasión la mujer (que recibió una propuesta de matrimonio en forma de retrato 3D) vino también y se hizo escanear con un cartel que decía ‘Sí’”, explica. “Y luego pusieron ambos retratos sobre el pastel de boda. Fue uno de los mejores”.

“Un poco espeluznante”

Volviendo a la conferencia de física de San Antonio, me hicieron gracia las instrucciones que me dio el sistema informático cuando me coloqué en la plataforma giratoria. Pero entonces no tenía permitido revelarlas.
“Intenta mantener la pose sin moverte. Tu cabeza debería estar alineada con tus hombros y deberías tratar de mantener tus ojos mirando al frente. Sonríe”. La voz era algo así como del primo digital de Siri y de Stephen Hawking.
Algo más tarde, me indicó: “Ahora estoy escaneando desde tus hombros a tu cintura. No olvides estar quieto. Tras una rotación más podrás relajar tu cara. Pero sólo tu cara”.
La necesidad de un sistema más grande e instantáneo era obvia. Pero cuando me bajé de la plataforma y previsualicé mi escaneado en la pantalla, me quedé tan sorprendido como intranquilo. Incluso las arrugas de mis pantalones estaban allí.
Ramírez anotó mis datos y me dijo que estuviera pendiente del correo electrónico. También me advirtió que no esperara la Mona Lisa.
“No es 100% (igual que la persona que se escaneó). El color de piel no va a ser perfecto”, me preparó. “Pero es bastante bueno, como puedes ver. Éste soy yo”. Y efectivamente, señaló versiones de sí mismo, con la camiseta de los San Antonio Spurs, en cinco tamaños distintos, mostrando así las opciones disponibles.
Mientras, un equipo de físicos presionó a su profesor para que también se dejara escanear. Querían su retrato en 3D para el laboratorio. ¿Y cuál fue su veredicto? “Es un poco espeluznante”.
Y aquella no fue una reacción poco común, admite Berwick.
“Definitivamente, alguna gente lo verá espeluznante. Diría que entre un 20 y un 30% de la población de Estados Unidos diría ‘Dios, esto es muy raro. ¿Para qué querría yo algo así?’”, reconoce.
“Pero entonces, tan pronto como ven a alguien querido (impreso), les suele atraer inmediatamente”.

¿Réplica fiel o asesino en serie?

Así que quizá yo soy la audiencia equivocada. Pero cuando desempaqué mi pequeña estatua, me encontré a mí mismo aterrado. Los detalles en cuanto al color y las sombras eran impresionantes, pero desde algunos ángulos parecía extrañamente aplastado o deformado. Sin embargo, desde otros mi mini yo parecía inquietantemente realista.
Y mis colegas lo ven de forma similar.
“Pareces el asesino en serie de The Fall”, la exitosa serie de la BBC protagonizada por Jamie Dornan, me dijo uno.
“Desde atrás y la izquierda el parecido es asombroso”, exclamó un segundo.
“Llevémoslo a tomar un trago”, propuso un tercero.
Berwick insiste en que el sistema de captura inmediata me hubiera reproducido más fielmente.
“Con el sistema instantáneo, cuando imprimes una miniatura de 17 centímetros ésta suele ser bastante precisa”, asegura.
Pero no estoy seguro de que la precisión sea lo que me preocupa.
Más que nada, no encuentro un lugar donde poner la figura. Quizá se la envíe a mi madre.
Por el momento, mi gemelo impreso tendrá que esperar en un cajón.