(Viena, 09 de abril. EFE).- El director venezolano Gustavo Dudamel actuará por primera vez en la Ópera de Viena con el “Turandot” de Puccini en la temporada 2015/2016, en la que también se estrenarán seis nuevas óperas, tres de ellas del siglo XX.
En el escenario vienés podrán verse por primera vez “Vec Makropulos”, de Leos Janácek, y “Tri Sestri”, la adaptación que el compositor Péter Eötvös realizó en 1997 del drama del mismo nombre de Antón Chéjov.
También se actualizarán viejos conocidos del escenario vienés, con nuevas producciones del “Macbeth” de Verdi, “Hansel y Gretel” de Humperdincks y el “Turandot” de Puccini.
El capítulo de estrenos se completa con una ópera infantil encargada expresamente para el escenario vienés.
En total, la Wiener Staatsoper pondrá en escena 54 títulos de ópera que recorren cuatrocientos años de la historia de la música, desde Mozart hasta la actualidad.
Junto a las funciones de ballet, los recitales y los conciertos de música de cámara, la Ópera de Viena acogerá entre septiembre de 2015 y junio de 2016 un total de 350 funciones.
El plantel de artistas que pasarán por Viena es, de nuevo, impresionante.
Al estreno de Dudamel en el atril de Viena se une la presencia de voces como las de Anja Harteros, Joseph Calleja, Jonas Kaufmann, Anna Larson, Anna Netrebko o Nina Stemme.
El arte latinoamericano tendrá de nuevo mucho protagonismo. Cantantes como los españoles Plácido Domingo, Carlos Álvarez o Celso Albelo; el uruguayo Erwin Schrott; los mexicanos Javier Camarena y Ramón Vargas o el peruano Juan Diego Flórez, no faltarán a su cita con el público de Viena.
“No faltan muchos”, aseguró hoy sobre esa acumulación de estrellas el director de la Ópera de Viena, Dominique Meyer.
Sobre la siempre complicada situación financiera, Meyer recordó que la venta de entradas alcanza para cubrir prácticamente la mitad de los gastos del teatro, un dato que pone a Viena muy por encima del resto de teatros de ópera de Europa.
En los siete meses que van de temporada, la Ópera de Viena ha tenido ya 417.786 espectadores (que se esperan lleguen a 600.000 hasta final de curso) y la tasa de ocupación de localidades ronda el 99 por ciento.
Con el patio de butacas y los palcos ya llenos, la Ópera de Viena intenta captar al público en casa con un sistema de “pago por visión”, que en la próxima temporada retransmitirá 45 óperas en alta definición a través de internet.