El valle de Katmandú vivió la vuelta al colegio cinco semanas después del terremoto que golpeó Nepal, con una baja asistencia y clases en centros temporales o en tiendas de campaña.
"El número de estudiantes ha sido bajo, pero todos los profesores han regresado a sus trabajos, lo que es una buena señal", dijo a Efe el portavoz del ministerio de Educación Hari Prasad Lamsal, quien indicó que solo continúan cerrados los colegios en las áreas donde el acceso es difícil por el mal estado de las carreteras.
Lamal explicó que 8.000 escuelas y 30.000 aulas resultaron destruidos por el seísmo de 7,8 grados del pasado 25 de abril y la réplica de 7,3 del 12 de mayo, que causaron la muerte de 8.000 personas y dejó más de 16.000 heridos.
El portavoz dijo desconocer tanto el número de colegios que han reabierto así como la cifra de niños que han vuelto a las aulas.
El presidente de la Asociación de Escuelas Privadas de Nepal, Lachhe Bahadur, dijo a Efe quesolo han regresado a los colegios entre el 30 y el 40 % de los alumnos.
"Los estudiantes han ido a sus pueblos y están volviendo lentamente. Algunos de los padres prefieren que sus hijos se queden en casa por miedo", señaló Bahadur.
A pesar de la baja asistencia, por las calles de Katmandú se vieron cientos de niños acompañados por sus padres camino del colegio, donde este primer día de escuela se centró en actividades como meditación, yoga, rezos, cantos y pinturas, en clases que duraron la mitad de lo habitual.
"Estamos creando el ambiente para el comienzo normal de las clases. La semana que viene se reanudará el ritmo normal", dijo a Efe el director del Colegio Durbar, Hem Chandra Mahato.
El director afirmó que debido al estado del edificio las clases se realizan bajo tiendas de campaña y que todos los alumnos han sido agrupados en tres grupos.
En esta escuela regresaron a clase 50 de los 225 estudiantes con los que cuenta.
En algunos centros, los padres prefirieron quedarse a vigilar a sus hijos.
"He visto que el edificio es seguro, pero no he sido capaz de dejar a mi hijo solo y me he quedado para ver sus actividades", dijo Jyoti Maskey en el colegio Academia Nobel.
Los pequeños, mientras, parecían contentos de volver al colegio.
"Los primeros días eran como vacaciones y estaba bien. Pero después me aburría en casa y no podía jugar", dijo a Efe Kritim Maharjan, de nueve años y estudiante de VS Angels World, una opinión que repitieron numerosos alumnos.
Pero Unicef alertó de que 985.000 niños no pudieron regresar hoy a las clases y que se enfrentan a un elevado riesgo de abandonar la educación.
"Estamos comprometidos con seguir estableciendo espacios de aprendizaje temporales tan rápido como nos sea posible para que ningún niño se quede fuera de la escuela. Al mismo tiempo, alentamos a las familias a enviar a sus hijos a las escuelas que han sido designadas como seguras", dijo en un comunicado Tomoo Hozumi, representante de UNICEF Nepal.
EFE