La ciudad de Buenos Aires elige alcalde en balotaje este domingo tras una primera vuelta en la que no logró la mayoría necesaria el delfín de Mauricio Macri, actual alcalde de derecha y principal candidato opositor para las presidenciales de octubre.
Su partido (Propuesta Republicana, derecha) busca una contundente victoria de Horacio Rodríguez Larreta que sirva como espaldarazo a Macri en la recta final hacia las generales frente a Daniel Scioli, favorito en los sondeos y candidato de la presidenta, peronista de centro izquierda, Cristina Kirchner.
Larreta (49 años), segundo de Macri en la alcaldía, compite con el economista Martín Lousteau (44) que obtuvo 25,5% de los votos en la primera vuelta el 5 de julio.
Autodefinido como “un socialdemócrata moderno” Lousteau es un exministro de Economía de Kirchner devenido opositor.
Representa una coalición de centro (Energía Ciudadana Organizada, ECO) donde convergen cinco fuerzas políticas, desde socialdemócratas (Unión Cívica Radical) hasta el Partido Socialista y la derecha más moderada (Coalición Cívica).
Aunque compite con el PRO en Buenos Aires, conforma con él un frente opositor a nivel nacional para las elecciones presidenciales.
La figura de Larrera quedó eclipsada en estas últimas semanas donde el protagonismo de la campaña para el balotaje estuvo a cargo de Macri, señal de la relevancia que el resultado tiene en el principal bastión del PRO cuya proyección nacional aún es débil y depende de aliados locales.
Fuera del plato
Pese a ser el más votado Larreta no alcanzó el 50% de los sufragios que le exige la ley para consagrarse en primera ronda y Lousteau ha apostado todo a conquistar el voto que apoyó a quienes quedaron afuera.
“La elección se gana con el 50% más un voto. Además en la primera vuelta sacamos más del 45% con una ventaja de 20 puntos, estamos muy bien”, dijo esta semana Larreta confiado de un triunfo.
El interrogante es hasta dónde podrá Lousteau captar los votos de Mariano Recalde, el candidato del partido de Kirchner, el Frente para la Victoria (FPV), que resultó tercero con el 21,9% de los sufragios.
Tras un debate interno de varios días, el FPV anunció que no apoyaría a ninguno de los dos candidatos en la segunda ronda, en tanto los partidos de izquierda que habían cosechado un 7% llamaron a votar en blanco.
A nivel nacional el PRO y ECO integran Cambiemos, una coalición opositora para las elecciones generales del 25 de octubre.
“No sirve sumarle votos a ninguna de las dos variantes de Cambiemos. Más que un balotaje, es una interna partidaria. Si votamos a Rodríguez Larreta, gana Macri y si votamos a Lousteau, también gana Macri”, dijo Recalde, presidente de Aerolíneas Argentinas, al anunciar la posición del FPV.
El balotaje generó debate en el seno de Cambiemos y Lousteau denunció presiones para hacerlo desistir de participar de manera de no debilitar la candidatura de Macri.
Lousteau evitó decir públicamente si votará a Macri en las presidenciales que tendrán internas abiertas el 9 de agosto.
“Lo voy a decir cuando llegue el momento. Primero hay que terminar las elecciones de la ciudad, donde PRO y el FPV quisieron polarizar y nacionalizar falsamente”, dijo Lousteau esta semana.
En la primera vuelta también se votaron 30 bancas de legisladores, la mitad del parlamento comunal, en las que el PRO ganó tres escaños y acumula 28, a tres de los necesarios para el quórum, en tanto ECO es la segunda fuerza con 14 bancas, seguido por FPV (12), la izquierda (4) y partidos independientes (2).
Voto en blanco y vacaciones
El resultado de la elección se mide en base a los votos positivos emitidos, es decir se calcula porcentaje sin votos en blanco ni impugnaciones.
El voto se hará por método electrónico con las tres opciones (Larreta, Lousteau y voto en blanco) en comicios que abrieron a las 08H00 locales (11H00 GMT) y cerrarán a las 21H00 GMT. Se estima que los resultados se conocerán hacia las 00H00 GMT.
En la primera vuelta votó cerca del 77% del padrón electoral de unos 2,5 millones de personas, pero ese porcentaje puede verse reducido en el balotaje.
La votación coincide con el primer fin de semana de receso escolar por el invierno austral en el que miles de porteños viajan.
Aunque el voto es obligatorio en Argentina, la ley autoriza una disculpa cuando el votante se encuentre a más de 500 kilómetros de su lugar de votación.
FuentE: AFP