( AVN).- El justo reclamo de Venezuela sobre el Esequibo, territorio que actualmente es objeto de una controversia ante la República Cooperativa de Guyana, está alimentado por suficientes evidencias manifestadas a lo largo de la historia de la nación, destacó este sábado el coronel del Ejército Pompeyo Torrealba.
Entrevista en el programa TV Foro, que transmite Venezolana de Televisión, Torrealba explicó que el principal problema del diferendo territorial se remonta en 1899, cuando se firma el laudo arbitral en París. En ese entonces, Estados Unidos (EEUU), en representación de Venezuela, falla a favor de Reino Unido, concediéndole así el territorio de 159.500 km², al oeste del río Esequibo.
“El problema que tuvimos fue la configuración política y social de nuestros países, donde no teníamos posibilidad de levantar la voz, y la voz que levantábamos nadie no las escuchaba,porque eramos un país muy débil política, económica, social y militar e Inglaterra estaba al acecho esperando la debilidad de esa presa para ir avanzando sobre un espacio geográfico al oeste del Río Esequibo”, expresó.
Torrealba explicó, además, que Reino Unido basó su actuación en el Tratado de Londres, realizado en 1814, acuerdo que establecía que las posesiones de Holanda pasaban a ser colonias inglesas.
En este sentido, el historiador venezolano Acier Rojas, resaltó que en ese entonces, Venezuela se encontraba en una constante lucha por su independencia. “En aquel entonces, en 1814, que comienza la penetración inglesa, Venezuela se encontraba inmersa en la Batalla de Independencia. Está Boves, la caída de la II República, y en Venezuela no existe una visión de país” subrayó durante su participación en el programa.
A su vez, señala que desde 1648, cuando Holanda se independiza de España, dicho país no reconoció los derechos de los holandeses sobre cualquier tierra al oeste del Río Esequibo, lo que muestra el derecho histórico de Venezuela sobre ese espacio.
En el espacio televisivo, ambos expertos resaltaron que líneas de los mapas trazados por el prusiano Robert Schomburgk, comenzaron a originar problemas. “Él es contratado por Londres para que haga un estudio inicial de lo que Inglaterra le había comprado a Holanda”, enfatizó Torrealba, al mismo tiempo que se refirió que el primer mapa realizado por el prusiano en 1835, señalaba una arbitraria demarcación, que iba desde el río Moruca hasta el río Esequibo, es decir; un espacio de 4.920 kilómetros cuadrados.
Ante esto, Rojas señaló que, al trazar una nueva linea limítrofe por el prusiano, cuatro años después, extendía la demarcación a 141.930 kilómetros cuadrados, fijándose así un nuevo límite desde la desembocadura del río Amacuro hasta el monte Roraima y desde aquí hasta el nacimiento del río Esequibo.
Esta acción logró que se “rompiera las relaciones diplómaticas entre Antonio Guzmán Blanco y Gran Bretaña”, sentenció el historiador.
Por esta razón, ambos analistas consideran que el Laudo Arbitrario de París no es ningún documento que tenga validez para Venezuela, debido a que la nación suramericana no tenía ni voz ni voto sobre las acciones.
Acciones tomadas por el Ejecutivo son las correctas
Las recientes acciones ejercidas por el presidente de la República, Nicolás Maduro, basándose en el Acuerdo de Ginebra, suscrito en 1966, son las correctas para saldar la lucha por la justa reclamación sobre el Esequibo, resaltó el coronel Torrealba.
“Las acciones que está tomando el presidente de la República son las adecuadas, son las correctas, son las que esperaba hasta (el ex presidente) Marco Pérez Jiménez. Quien inicia todo ese ataque en contra de Venezuela es la cancillería guyanesa“, expresó durante su participación en el programa TV Foro.
Esta postura fue compartida por Rojas, quien calificó como histórica dichas acciones, debido a que van por la vía correcta, para lograr la victoria en esta nueva agresión del imperio contra la nación suramericana.
Con el fin de mantener la paz en la nación y resolver esta situación por la vía diplomática, el jefe de Estado solicitó ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la designación del buen oficiante, que contribuya a mediar entre los gobiernos para la solución de la controversia territorial.