Las autoridades chinas se están planteando extender la autorización a tener dos hijos a toda la población, que actualmente está permitida a determinadas parejas, con lo que el país dejaría atrás casi cuatro décadas de “política del hijo único”.
Esta medida, avanzada el miércoles por el diario oficial China Business News y de la que informa hoy la prensa del país, buscaría revertir la baja tasa de natalidad del gigante asiático, que está provocando un acelerado envejecimiento poblacional.
Según esta información, un investigador de la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar dijo que la revisión de la normativa sobre control de la natalidad podría llegar antes de final de año.
El Legislativo chino, la Asamblea Nacional Popular, aprobó en diciembre de 2013 una relajación de la controvertida política del hijo único que autorizó a las parejas en las que uno de los cónyuges no tuviera hermanos (antes debían ser los dos) a tener un segundo descendiente.
La reforma legal ha ido aplicándose paulatinamente, pero de momento sus efectos han sido menores a los esperados por Pekín.
Un millón de parejas solicitaron tener un segundo hijo acogiéndose a esta reforma en 2014, en su primer año de aplicación, la mitad de lo que habían pronosticado las autoridades.
Ante estos datos y el cada vez mayor envejecimiento de la población, los expertos llevan tiempo anticipando una mayor relajación de las políticas de planificación familiar del gigante asiático para mantener su desarrollo económico.
También el primer ministro chino, Li Keqiang, dijo en marzo, en su discurso anual en el Legislativo, que el Gobierno seguiría reformando las políticas sobre el control de la natalidad.
El porcentaje de población de más de 60 años ha aumentado de un 13,3% en 2010 a un 15,5% en 2014 y, al mismo tiempo, el número de personas en edad de trabajar ha descendido desde 2011, según los datos oficiales.
Fuente: EFE