(AVN) – Luego de cuatro meses en el mar y con la consigna El sol de Venezuela nace en el Esequibo, este domingo finalizó el vigésimo séptimo Crucero de Instrucción Caribe 2015 del Buque Escuela Simón Bolívar, de la Armada Bolivariana, que arribó al terminal de pasajeros Dr. José Maria Vargas del Puerto de La Guaira, estado Vargas, en el litoral central del país, escoltado por el patrullero oceánico AB Kariña (PO-14).
Desde antes de las 6:00 de la mañana, cuando atracó el buque insignia, los pasillos de la terminal marítima comenzaron a recibir a familiares y amigos de los 143 guardamarines que este año hicieron, en dos fases, el periplo por ocho países caribeños.
En el primer viaje se tocaron los puertos de Barbados, Belice, La Habana (Cuba) y Jamaica, para regresar al país al desfile naval del 24 de julio. En el segundo se visitaron Honduras, Bahamas, Santiago de Cuba (Cuba) y Santa Lucía.
Jesús Alberto Roa, padre de un joven de 20 años de edad perteneciente al Ejército, llegó desde el estado Táchira para abrazar a su hijo, quien estuvo en la segunda etapa del recorrido. Fue uno de las cientos de personas que coparon los balcones de la terminal, a la expectativa del encuentro.
“Estoy orgulloso de ver a mi hijo con esta meta cumplida y de que le hayan dado la oportunidad estar en esta experiencia que ha sido una de las mejores que ha tenido en su vida. Él siempre quiso conocer el buque escuela y lo logró”, comentó mientras sus ojos buscaban el rostro de su hijo sobre la cubierta del barco.
Su hijo fue uno de los dos escogidos del Ejército para estar en esta travesía. Este año fueron invitados ocho cadetes, dos por cada componente.
“Esto es algo inolvidable porque compartí con mis compañeros de la Armada y aunque de la tierra al mar hay una diferencia drástica, me fue bien porque siento que cumplí conmigo y con mi país”, dijo el joven, del mismo nombre que su padre, quien respondió desde el buque al saludo de sus familiares.
Proveniente de Falcón, Alicia Ruizver dijo sentir alivio porque su hijo de 22 años, Alison Parra, llegara al fin a tierra firme.
“Fueron dos mese eternos. En ocasiones tenía miedo y al mismo tiempo alegría de saber que mi muchacho se estaba formando para engrandecer al país. Estoy feliz de que haya regresado”, comentó.
Actuación femenina
Este año estuvieron bordo 25 guardamarines mujeres. Entre ellas la tachirense Berbelys Escalante, para quien ha sido provechosa la experiencia que puso a prueba la capacidad de las venezolanas.
“Es gratificante ver cómo, más allá de Venezuela, están pendiente de nuestra Revolución y del rol que estamos llevando las mujeres. Desde aquí les digo que sí podemos llegar más allá de lo que nos decía nuestro comandante eterno y supremo, Hugo Chávez. No debemos ponernos trabas como mujeres sino esforzarnos y confiar en nosotras mismas”, exhortó.
Intercambio de paz
El guardamarina Arnaldo Sarmiento, del estado Miranda, disfrutó el conocer otros países. “De verdad que no es en vano que a este buque se le llame el Embajador sin Fronteras, porque pudimos hacer lazos de amistad y paz con estas naciones hermanas”, dijo.
El comandante de la Armada Bolivariana, el V/A Franklin Montplaisier, afirmó que este crucero es una manera de transmitir el legado de Chávez, quien hizo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) una institución de paz, hecho ratificado por el presidente de la República, Nicolás Maduro.
“Somos una organización unida y fortalecida, pues contamos con la confianza de nuestro comandante supremo y por eso le decimos a nuestro Presidente que cuente con su FANB en la construcción de la patria bonita, la patria libre”, afirmó Montplaisier, quien recordó que este año el crucero se hizo en honor a los 200 años de la Carta de Jamaica y los 10 años de Petrocaribe.
Anunció que los guardamarines tendrán un merecido permiso extraordinario hasta el 14 de octubre.