Los padres de 43 estudiantes desaparecidos en Méxicoencabezaron una marcha en la que participaron miles de personas en la capital para conmemorar un año desde su desaparición.
Muchos llevaron fotos de sus seres queridos, exigiendo justicia, y banderas te México teñidas de luto.
Los padres quieren que el gobierno deje la investigación en manos de una unidad especial bajo supervisión internacional.
Los familiares de los jóvenes dudan de la versión gubernamental de que los estudiantes fueron entregados por la policía en la ciudad de Iguala a una banda criminal, que posteriormente los mató.
Un grupo de expertos independientes sugirió que los estudiantes fueron asesinados porque, sin saberlo, tomaron el control de un autobús que transportaba drogas ilegales, y el gobierno no hizo nada para protegerlos.
Mientras tanto, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció la creación de un equipo especial para investigar el caso.
No a la impunidad
Los manifestantes marcharon por el Paseo de la Reforma de Ciudad hacia la histórica plaza del Zócalo de la capital.
“Vinimos con sed de justicia”, dijo la estudiante Sofía Rojas dijo a la agencia de noticias AFP.
“No puede haber impunidad. Detrás de los 43 hay miles de desaparecidos”.
La activista María Guadalupe Vicencio del estado de Tamaulipas, dijo que la protesta “es un ejemplo para todos los mexicanos a despertar y no permanecer en silencio”.
Las autoridades mexicanas calculan que 15.000 personas participaron en la marcha de la capital y hubo 18.000 en el mitin que se realizó en la plaza del Zócalo.
Katy Watson, corresponsal de BBC en Ciudad de México
Los manifestantes llamaron la marcha “un día de indignación” para mostrar la ira hacia el gobierno por el manejo de la desaparición estudiantes.
Entre los carteles que portaban los manifestantes se podía leer: “¡Fuera Peña Nieto” y “No más desapariciones y no más muertes”.
El secuestro de los estudiantes generó ira entre la población contra el gobierno al que culpan de lo sucedido.
A principios de esta semana, el presidente se reunió con los familiares y les aseguró que estaba de su lado y que también quería llegar al fondo de lo ocurrido.
Pero hablando con los familiares de los desaparecidos en la cabecera de la manifestación es evidente que hay una gran cantidad de desconfianza y creen que el gobierno no los está apoyando.
Las familias también exigieron al gobierno que estudie el posible papel del ejército en la desaparición de los estudiantes.
Los estudiantes desaparecieron el 26 de septiembre de 2014, en Iguala, en el estado de Guerrero el sur.
