El crecimiento de la demanda de petróleo en el mundo se desacelerará más de lo previsto en 2016, ante el freno de la recuperación económica y el fin del estímulo que suponen los precios bajos, según indicó hoy la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su informe mensual de octubre.
El estímulo al incremento de la compra que supone el bajo precio continuará este año, cuando la AIE prevé una demanda de 94,5 millones de barriles diarios, 1,8 millones más que en su anterior previsión, lo que supone la cifra más alta de los últimos cinco años.
Pero la organización, dependiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), estimó que “las perspectivas son menos buenas para el año próximo”, cuando la demanda de petróleo crecerá 1,2 millones de barriles diarios, hasta situarse en los 95,7 millones de barriles, frente a las anteriores previsiones de subida de 1,4 millones.
Basándose en las hipótesis de crecimiento del Fondo Monetario Internacional (FMI), la AIE consideró “más pesimistas” sus augurios sobre la demanda de petróleo para 2016.
Además, el bajo precio que sostuvo la demanda en Estados Unidos, China y en Europa en 2015 no seguirá siendo el motor el año próximo.
A ello se suman las previsiones de crecimiento más débiles en economías muy dependientes del crudo, tales como Canadá, Brasil, Venezuela, Rusia y Arabia Saudí.
La AIE señaló que la oferta se mantuvo estable en septiembre, cerca de los 96,6 millones de barriles diarios, con una caída de la producción en Estados Unidos y en otros productores no pertenecientes a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) compensada por el incremento registrado en el cártel.
El freno de la producción estadounidense, motivada por la caída de los precios, fue el principal causante de la disminución de 180.000 barriles diarios registrada fuera de la OPEP, para situarse en los 58,3 millones de barriles.
Para el año próximo, la AIE anticipa una caída de la producción en esos países, hasta los 57,8 millones de barriles, con Estados Unidos como principal fuente de disminución.
Entre los países miembros de la OPEP, la producción aumentó en 90.000 barriles diarios para situarse en los 31,7 millones de barriles, después de que Irak compensara la caída registrada en Arabia Saudí.
Para 2016 la organización prevé un incremento de la llegada de petróleo procedente de Irán, tras el levantamiento de las sanciones internacionales a ese país tras haber firmado un acuerdo sobre la energía nuclear, lo que mantendrá la oferta por encima de la demanda.
Fuente: EFE