La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos expresó preocupación por los atropellos cometidos contra los derechos humanos de la comunidad sunita de Iraq y urgió al gobierno de ese país a investigar las denuncias, enjuiciar a los responsables y garantizar que las víctimas reciban una reparación.
La portavoz en Ginebra de esa Oficina, Cécile Pouilly, señaló que algunos de los abusos a los sunitas iraquíes han sido reivindicados por el ISIS; sin embargo, agregó que la agrupación terrorista no es la única responsable de esas transgresiones.
"Las informaciones indican que las fuerzas de seguridad iraquíes y kurdas, así como sus milicias afiliadas han perpetrado saqueos y destrucción de propiedad de las comunidades sunitas, desahucios, secuestros, detenciones ilegales y, en algunos casos, asesinatos", dijo Pouilly.
Explicó que en este momento es particularmente alarmante la situación de 1.300 sunitas iraquíes varados cerca de Sinjar, en una franja entre las fuerzas kurdas y el ISIS.
La portavoz agregó que se siguen documentando atrocidades en las zonas controladas por el ISIS, donde las personas que difieren de la ideología de ese grupo son atacados, quemados o decapitados.
