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miércoles, 9 de diciembre de 2015

La 'nueva clase política' presiona al bipartidismo en un debate inédito

debate-cuatro-reuters.jpgIdeas, programas y expectativas a 13 días de las elecciones generales que llegan con el mapa político más abierto. Soraya Sáenz de Santamaría (PP), Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Podemos) se vieron las caras en un encuentro inédito en el que las formas del principio dejaron paso al todo contra todos pero sobre todo a los nuevos contra los 'viejos'. Tres números uno -cada uno en su partido- y una número dos que ocupó el espacio del ausente, pero presente, Mariano Rajoy. |ESPECIAL ELECCIONES 20D.
En el primer debate preelectoral de la historia, organizado por Antena 3 y La Sexta, que juntó a tres aspirantes a presidente del Gobierno se notó la ausencia del cuatro. Mariano Rajoy estuvo presente físicamente (estaba en Doñana viendo el debate) pero fue protagonista en más de una ocasión. La vicepresidenta, en el papel de defensora de que el mejor voto es que que vaya para el PP, tuvo que capear los reproches de Sánchez, Rivera e Iglesias por este asunto.
"El PP es un equipo", por eso no ha estado Rajoy en el debate, según explicó Sáenz de Santamaría en su primer turno de palabra. "Responsabilidad compartida", defendió.
Pedro Sánchez abría el debate respondiendo a los datos del CIS, que bajan al PSOE a tercera posición y que posicionan, probablemente, al socialista en el lado más difícil de los cuatro. "Estamos en un momento de cambio y los españoles no quieren cuatro años más a Rajoy y tienen más opciones", pero advirtió que "muchas" de esas opciones perpetúan el modelo de actual. No tiene miedo a las encuestas, "lo contrario, me animan". Esas mismas encuestas sitúan a Ciudadanos entre segunda y tercera fuerza, relegando al PSOE en el primero de los casos. "Intentaremos formar Gobierno y si no podemos estaremos en la oposición y no apoyaremos la investidura" ni de PP ni de PSOE, "no estaré en su proyecto", dijo Albert Rivera en su primera intervención. | El PP se acerca al 28% de expectativa de voto con Ciudadanos como segunda fuerza.
"Estamos en estas elecciones para ganarlas", decían la primeras palabras de Pablo Iglesias, en las que se mostró esperanzado con la idea de remontada y en las que sacó pecho por ser el único en presentar una "memoria económica" de cara a las elecciones.
Y una vez roto el hielo se entró en terreno económico y empezaron las alusiones. Sáenz de Santamaría mencionó sin mencionar la herencia recibida. "Hemos empezado a crecer" con el Gobierno actual, dijo la vicepresidenta. "Cómo se nota que no estaban aquí hace cuatro años", remarcó ante las críticas a las medidas del PP de los otros tres participantes. "Hablar es muy fácil, gobernar es muy difícil. Hubo que hacer muchos esfuerzos para pagar las prestaciones públicas". 

Los tres primeros 'zascas'

"En 2012 España fue rescatada". Pedro Sánchez mencionó a Bankia, a Rodrigo Rato, la "precariedad" laboral... Y empezaron los pinchazos. Tres contratos propone el PSOE: temporal, fijo y de formación y criticó el contrato único que propone Ciudadanos, opinión que compartió Pablo Iglesias, "porque abarata el despido, porque acaba con los días de indemnización". Pero el de Podemos dió la de cal después de la de arena (o viceversa) a Pedro Sánchez al recordar la reforma laboral de 2010. | "House water watch cooper": la cómica pifia de Pablo Iglesias.
Albert Rivera, por su parte, apostó por volver a la negociación colectiva pero defendió el contrato único para "dar estabilidad". Sáenz de Santamaría negó que la negociación colectiva se haya acabado y subrayó, en defensa del PP, que "ahora hay 800.000 personas más trabajando con la reforma laboral".
Impuestos, quizá el punto en el que los cuatro acudieron a sus programas, algo que hicieron con más asiduidad Rivera e Iglesias, en ese orden, durante las dos horas de debate. Reforma fiscal para recaudar más, reactivando el consumo (C's). Otra rebaja fiscal "porque estamos creciendo" para poder bajar todos los tipos; no subir el IVA (PP). Solidaridad. Impuestos al lujo. A quién subir y a quién bajar: entre 60.000 y 300.000 euros, un impuesto progresivo (Podemos). No se van a poder bajar los impuestos, quien lo diga miente (PSOE).
Recortes. "No va a haber más recortes". Algo que prometieron PP y PSOE en esta cita a cuatro. Y este tema trajo cola y el primer momento tenso de la noche. "Tengo la impresión de que mandas poco", dijo Iglesias a Sánchez al reprocharle lo que no ha hecho el PSOE en materia fiscal.
A partir de ahí los cortes y las interrupciones crecieron. El pacto por la Educación volvió a ser el punto de acuerdo los cuatro partidos, pero las diferencias existen y los encontronazos también. La LOMCE, hija de la mayoría parlamentaria del PP, y el catalán cruzaron las intervenciones entre Sáenz de Santamaría y Rivera. "Soy catalán, algo sé". "Soy del Gobierno y gobierno para todos los españoles, incluidos los catalanes.
Una hora había pasado y la del PP es la que había hablado más minutos; el del PSOE el que menos. Y en el centro Rivera e Iglesias reivindicaban sus huecos con intervenciones acertadas. El de Ciudadanos, defensa rotunda a su programa, al que aludía en cada intervención. El de Podemos, manteniendo el tono de las última semanas. El primero no aludió al segundo pero Iglesias sí reprochó a Rivera lo poco que a su entender aporta "ser muleta" de los viejos tiempos.

Los papeles de la corrupción

Sobre corrupción, quizá el punto más difícil para el PP y , esta noche, para la vicepresidenta. "No hay impunidad", defendió Sáenz de Santamaría cuando ya se había mencionado a Bárcenas en el plató. "No se ponga nerviosa, no le acuso a usted de estar detrás de ningún caso de corrupción", respondió Iglesias a la del PP, a quien pidió "pedir perdón" por la corrupción. "Sé fuerte, Luis", recordó Iglesias. "Paga, señor Monedero, paga", dijo Sáenz de Santamaría.
Pedro Sánchez sacó una lista y repasó los delitos que pesan sobre el PP en estos momentos. Una "lista de la realidad" del PP que sirvió a Pedro Sánchez para poco más que para que los moderadores volvieran -ya iban dos- a llamarle la atención por alargar el paso de turno.
También sacó Rivera un papel. Una copia de una portada de El Mundo con el titular de los pagos de Bárcenas a Rajoy cuando era ministro. "Tiene usted mérito y se lo reconozco", dijo a la presidenta tras una nueva crítica al ausente Rajoy. Y volvió al programa de Ciudadanos. "Un tribunal de competencia fuerte contra el capitalismo de amiguetes". Primarias, listas abiertas... "¿Por qué quiere cerrar el Senado, el único lugar de listas abiertas?", preguntó la 'popular'.
"Vamos a endurecer las puertas giratorias de dos a cinco años". Limitación de mandatos, listas desbloqueadas, mejoras en la financiación de partidos políticos, paridad... Pedro Sánchez aprovechó la corrupción para promulgar las promesas de su partido para el 20D. Pero ahí estuvo otra vez Pablo Iglesias para recordar que "Podemos es quien más mujeres lleva en sus listas" y pidió acuerdo para "una persona, un voto. No te va a venir mal, Pedro". Venezuela sacó Sánchez para defenderse de este último ataque desde el atril de Podemos.

Menos debate y más 'ataque

En la última parte de debate, poco. Entre ley electoral y regeneración democrática algunos cuchillos en forma de pulla volaron por el plató. "La nueva política...", dijo Sáenz de Santamaría buscando la mirada cómplice -que si hubo la cámara no la recogió- de Pedro Sánchez.
Y así se llegó al tema catalán. "Quiero tanto a mi país que no puedo ser nacionalista", dijo el único catalán de los cuatro. Rivera defendió que la solución no es "romper España" ni debatir si se quiere romper España. "España tiene una Constitución que tiene que respetarse", pidió Sáenz de Santamaría. "Lo que es España lo decidimos entre todos, por eso no se pueden hacer esas consultas", en referencia al referéndum, valga la redundancia. El socialista hizo responsable a Rajoy de la situación, además de a Artur Mas. Como solución política, señaló Sánchez dos: "derecho a la autodeterminación que plantea Pablo Iglesias", y que no defiende, "y la reforma constitucional integral y ambiciosa que propone el PSOE". Iglesias se refirió a los marcos legales que amparan el derecho a decidir que defiende "por sentido común" aunque no quiera, dice, que Cataluña se vaya de España.
Volvió durante un bloque el debate. Una medida contra la violencia de género pidieron los moderadores -Ana Pastor y Vicente Vallés. El momento del tono más serio de la noche. PP: garantizar la seguridad de las mujeres y concienciar a las jóvenes a no aceptar el control de su pareja. PSOE: educación a nuestros hijos y un gran pacto de Estado. Podemos: llamarlo violencia machista, servicios sociales, alternativa habitacional a las mujeres maltratadas. Ciudadanos: coordinar las medidas cautelares.
Trece días para el 20D. Y el gran secreto lo sigue siendo. Respuestas fugadas y fugacespara no desvelar PSOE, Ciudadanos ni Podemos si habrá alianzas. El PP, por su parte, sigue pidiendo que se respete la lista más votada. También perfilaron su llegada a las urnas remarcando su posicionamiento en temas como la intervención militar en Siria. El 'no' rotundo de Podemos -con un Iglesias que criticó la falta de rotundidad del resto-, el "consenso" y la unidad internacional de Rivera -quien preguntó a Iglesias si creía que podía ser presidente del Gobierno sin firmar el pacto antiterrorista. "Recapacitad, pidió-, la "unidad con la que se venció a ETA" a la que atañó Sánchez -que pidió evitar las frivolidades y instó a Iglesias a no estar como "observador"-, y la "unidad" también de Sáenz de Santamaría, que agradeció a quienes se sumaron -PSOE y Ciudadanos- al pacto antiyihadista.

Minuto de 'gloria'

Los veteranos tiraron de experiencia en su despedida 'cara a cara' con los espectadores. Sánchez, el primero en decir adiós, utilizó su minuto final para repetir su frase más usada de la noche -y de la campaña: el PSOE es la única alternativa para sacar a Rajoy del Gobierno. "Tenemos el derecho de recuperar lo que nos han quitado y traer el cambio al país". Sáenz de Santamaría dijo, en sus 60 segundos, que la segunda parte del Gobierno del PP, de ganar, será para devolver el esfuerzo a los ciudadanos. "Proyecto, equipo y experiencia, no una España incierta".
Los 'nuevos' optaron por la esperanza. Rivera pidió el voto masivo el 20D, "por nuestros antepasados" y señaló la necesidad de cambiar de etapa. "Estoy convencido que la esperanza vencerá al miedo". Pablo Iglesias pidió dos cosas en el último turno que cerró el debate: que no se olvidaran los ERES, el 'Luis se fuerte', la reforma laboral, las tarjetas black, las colas de la Sanidad... y que sonrían al 15M, a Ada Colau, a las madres luchadoras y a al esperanza.
EL ECONOMISTA