(Bagdad, 27 de enero – EFE).- Al menos 12 miembros de las fuerzas y milicias iraquíes fallecieron, mientras que 27 yihadistas perecieron en varios ataques y enfrentamientos registrados hoy en la provincia de Al Anbar, en el oeste de Irak, informó a Efe una fuente de seguridad.
Entre los fallecidos, está el jefe de la Policía de la localidad de Al Baghdadi, Basem Shaker, que perdió la vida en enfrentamientos con el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en esa zona, situada a 80 kilómetros al oeste de Ramadi, capital provincial de Al Anbar.
Los choques se desencadenaron después de que las fuerzas de seguridad abortaran un ataque de los yihadistas contra un complejo residencial, donde intentaron infiltrarse algunos terroristas que portaban cinturones explosivos y hombres armados con metralletas.
Asimismo, en los enfrentamientos pereció un destacado comandante de la milicia progubernamental suní “multitud tribal”, Mashkur al Yaguifi, agregó la fuente.
Al menos tres terroristas suicidas y otros 13 yihadistas fueron abatidos, y dos vehículos empleados por ellos fueron destruidos por las fuerzas iraquíes.
Por otra parte, la aviación del Ejército de Bagdad abortó otro ataque yihadista al bombardear cuatro coches bomba conducidos por suicidas, que se disponían a atentar contra las fuerzas gubernamentales en la zona de Albuhayés, al norte de Ramadi.
La fuente explicó que los cazas iraquíes bombardearon los vehículos cargados de explosivo y mataron a los conductores suicidas antes de que alcanzaran su objetivo.
Asimismo, el EI intentó lanzar otro ataque con siete coches bomba conducidos por suicidas en la zona de Al Nazem, al noreste de Ramadi, pero los aviones de la coalición internacional liderada por EEUU y la aviación iraquí destruyeron los vehículos antes de que pudieran llevar a cabo su plan.
Las fuerzas iraquíes luchan contra el EI para recuperar el control de la provincia de Al Anbar, después de haber expulsado a los yihadistas de Ramadi hace un mes aproximadamente.
El EI conquistó la ciudad en mayo de 2015 y tiene una destacada presencia en toda la región, al igual que en el norte y noreste de Irak, donde declaró un califato en junio de 2014 en los territorios bajo su dominio en este país y en Siria.
