En 1996 comenzó la planificación de uno de los proyectos más importantes y costos que ha llevado a cabo la NASA, en colaboración con 17 países y sus diferentes agencias espaciales, se ponían en marcha las primeras ideas para la creación del telescopio espacial que sustituiría al Hubble, que en el aquel entonces fue bautizado como Next Generation Space Telescope o NGST.
En 2002 el proyecto fue renombrado en honor de James E. Webb, el segundo administrador de la NASA y pieza fundamental del programa Apollo. Desde entonces el proyecto es conocido como James Webb Space Telescope o JWST, y hoy la NASA ha informado que su ensamblaje está por terminar.
El JWST es al día de hoy el proyecto más costoso de la NASA con un presupuesto de 8.000 millones de dólares, que estuvo cerca de ser cancelado en 2011, cuando en octubre de ese año el Congreso de los Estados Unidos descubrió que el proyecto ya había gastado más de 3.000 millones, pero para el mes de noviembre se revocó la cancelación y se fijo un tope en los 8.000 millones. Algo similar a lo ocurrido con el Hubble en 1990, que costó alrededor de cuatro veces más de lo planeado.
Desde hace varios meses, ya se tiene listo el hardware que integrará el telescopio, y su construcción ya se lleva a cabo en unas instalaciones acondicionadas para que no exista ni un sólo riesgo de contaminación. Las personas encargadas del montaje han estado trabajando en turnos de 10 horas, con trajes que cubren cada milímetro del cuerpo, ya que instalar cada uno de los 18 paneles hexagonales requiere una precisión que raya en la perfección, no hay espacio para errores, ya que el más mínimo fallo, puede echar a la basura años de investigación y por supuesto millones de dólares.
Su montaje es una de las cosas más complejas que hemos visto, ya que una vez que sea lanzado, su despliegue será algo similar a una pieza de origami en el espacio, donde además estará colocado a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, lo que lo hará inalcanzable para que los astronautas puedan repararlo en caso de alguna avería, algo que complica el trabajo y pone en riesgo todo el proyecto.
Su tamaño total y peso será de la mitad que el Hubble, pero su espejo primario será de 6,5 metros, es decir seis veces más grande que el del Hubble, lo que permitirá captar la luz de las primeras estrellas y galaxias que han viajado por miles de millones de años hasta llegar a nuestro sistema solar, además de que será el encargado de sondear las atmósferas de planetas potencialmente habitables fuera de nuestra galaxia.
La NASA ya tiene programado el lanzamiento del JWST para el mes de octubre de 2018, su vida útil será de mínimo 5 años, pero se espera que puedan alargar esa vida hasta llegar a los 10 años. Si todo sale bien, días después el Telescopio Espacial Hubble terminará su vida útil en el espacio después de 28 grandiosos años de servicio.
Xataka