La ministra francesa de Justicia, Christiane Taubira, la voz más progresista y rebelde del Ejecutivo socialista, dimitió este miércoles por sus discrepancias con la política antiterrorista del presidente, François Hollande, que prevé retirar la nacionalidad a los condenados por terrorismo.
El proyecto fue lanzado por el presidente Hollande tras los atentados yihadistas que el pasado 13 de noviembre mataron en París y en la periférica Saint Denis a 130 personas e hirieron a otras 350, pero Taubira no la veía eficaz en la lucha antiterrorista, y así lo había expuesto públicamente.
"A veces resistir es quedarse y a veces resistir es partir", dijo la hasta hoy ministra en su cuenta de Twitter, en su primera reacción a su retirada, con el lirismo y la fuerza característica de su oratoria.
Horas después, en una comparecencia ante la prensa, admitió que se marcha por un "desacuerdo político importante" y advirtió de que aunque "el peligro terrorista que amenaza (al país) es grave", no se le debe "conceder ninguna victoria, ni militar, ni diplomática, ni política, ni simbólica".
Su dimisión, que coincide con la presentación de la revisión constitucional en la comisión de leyes de la Asamblea Nacional, fue aceptada por la necesidad de que haya, según Hollande, una "coherencia colectiva" en la acción del Ejecutivo EFE