Inces Cojedes.- Pedro Zapata, es trabajador del Inces y además pequeño productor del campo en la comunidad de “Campo Alegre”, del municipio Ricaurte; trabaja junto a su familia más de 10 hectáreas de terreno, destacándose en la producción de frijol, quinchoncho y otros rubros. Desde temprana edad aprendió a querer el campo gracias a su abuelo y hoy tiene en sus haberes más de dos décadas de experiencia.
¿Es importante su producción?
Pedro Zapata (P.Z): “Por su puesto, las familias cojedeñas son altas consumidoras de este rubro, es importante para la alimentación humana por sus componentes nutricionales, proteinas, vitaminas y minerales; adicionalmente, su consumo es efectivo en la prevención de enfermedades, gracias a la presencia de compuestos bioactivos en el grano”.
¿Cuál fue el mejor lugar para la siembra de éste rubro?
P.Z.: “conociendo que esta leguminosa crece mejor a pleno sol, se escogió un área plana de siete hectáreas, ubicada frente a las oficinas administrativas del CFS, todos estábamos muy pendientes del frijol, el cultivo de este rubro requiere aproximadamente seis horas de sol”.
Trabajadores administrativos cuidaron el frijol
P.Z.: “hasta el personal de las oficinas administrativas con solo abrir la ventana observaron todo su proceso de germinación, crecimiento, floración y nacimiento de la vaina”.
¿Alguna variedad en particular?
P.Z: “Vale la pena dejar claro que cada variedad tiene diferentes requerimientos de espacio, sembrado y cosecha, sin mencionar los diferentes sabores; en este caso particular se sembraron las siete hectáreas de frijoles de arbusto, que son compactos y no necesitan soporte y lo cosechamos seco para la venta al pueblo”.
¿Cómo se cultiva?
P.Z: “En primer lugar se adquirió la semilla, a través de la compra a la empresa socialista Agropatria, se preparó el terreno con 25 días de anticipación que es lo recomendable; vale la pena mencionar que durante el 2015 los participantes que realizaron el curso de “Granjas Integrales” analizaron el suelo del CFS seleccionando los mejores espacios para la posterior siembra. En el proceso participaron mis compañeros de faena Mario Colmenárez y Alexander Aponte, quienes también son conocedores del área agrícola”.
Un paso indispensable es la preparación del terreno, argumentó.
P.Z: “En este caso, nosotros preparamos el suelo, debe hacerse a una profundidad mínima de 30 cm y preferiblemente de 40 cm, a través del rastreo, hasta dejar el terreno al mullido deseado, se recomiendan unas 2 o 3 pases de rastras, con esto estamos acondicionando una buena cama para facilitar la germinación de la semilla, el crecimiento del cultivo y mantener limpio el terreno los primeros días de desarrollo de la plántula”.
¿época de siembra?
P.Z: “Aquí un joven aprende que la siembra se realiza en la época más apropiada para la región, según la pluviosidad para que los excesos de agua no la perjudiquen. Una regla práctica sería sembrar 80 días antes de que en la región cesen las lluvias, pero dando lugar a que en la época de floración y formación del fruto, las plantas disfruten de toda el agua que necesitan, este cultivo se llevó a cabo en el mes de noviembre y en 80 días pudimos cosechar”.
¿Qué se puede preparar con el frijol?
P.Z: “Este grano es muy nutritivo, alto en proteínas, calcio, potasio, hierro, ácido fólico, vitaminas A y B, fibra. Puede ser utilizado en la cocina para preparar sopas o guisados, mezclada con arroz, frío en ensaladas, también se acostumbra preparar una masa con el grano cocido para luego freírlo y degustarlo como arepitas, croquetas y otros platos criollos y propios de la gastronomía de la región llanera”.
Para quienes se animen a sembrar leguminosas les das ¿alguna recomendación en particular basada en tu propia experiencia?
P.Z: “Mi recomendación es que nos comprometamos a dar un paso adelante con una conciencia ante la seguridad y soberanía agroalimentaria, ¿quién la debe garantizar?, ¿El Estado solamente?, o ¿es un problema sólo de los productores?, es también un problema de nosotros los consumidores, es decir, de todas y todos los venezolanos. Al consumir la exquisita y variada gastronomía que se elabora a partir de los frijoles, estamos promoviendo una cultura de producir y a su vez de procesamiento y conservación”.
