Una pareja campesina brasileña que había sido amenazada por sus denuncias contra los madereros que destruyen la Amazonía fue asesinada hoy a tiros en el estado de Pará (norte), informaron organizaciones sociales.
El líder campesino José Claudio Ribeiro da Silva y su esposa, María do Espíritu Santo da Silva, fueron tiroteados dentro del Proyecto Agroextractivista (Paex) Praialta-Piranheira, una reserva ambiental amazónica en la que vivían desde hacía 24 años, dedicados a la extracción artesanal de la castaña.
En las reservas Paex está permitida la explotación sustentable de la selva pero no la tala de árboles para garantizar simultáneamente la preservación del mayor pulmón vegetal del mundo y el sustento de miles de recolectores de frutos y pescadores de la zona.
El asesinato de la pareja llevó a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, a pedir a su ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, que ordene a la Policía Federal una investigación, según fuentes oficiales.
La reserva en la que ocurrió el doble homicidio está ubicada en Nova Ipixuna, próxima a la ciudad de Marabá, una región en la que son recurrentes los conflictos entre hacendados y campesinos por la propiedad de la tierra y entre pequeños recolectores y madereros por la preservación de la Amazonía.
Según familiares y amigos, la pareja recibía amenazas desde hacía dos años por sus denuncias contra los madereros interesados en invadir la reserva y en algunas ocasiones fueron blanco de pistoleros que rondaban su vivienda y disparaban al aire.
Las amenazas fueron atribuidas a madereros ilegales que explotan maderas de alto valor comercial, como la caoba, en esta reserva de cerca de 22.000 hectáreas en la que viven cerca de 500 familias.
"Ellos nos dejaron una lección, que es el ideal de la población de la Amazonía: permitir que el pueblo de la selva pueda vivir con calidad y de forma sustentable con el medio ambiente", afirmó el director del Consejo Nacional de Poblaciones Extractivistas en el estado de Pará, Atanagildo Matos, a medios locales.
La pareja también era dirigente de ese Consejo, una organización no gubernamental fundada por el líder ecologista Francisco "Chico" Mendes, cuyo homicidio en 1988 tuvo una amplia repercusión mundial.
"El Foro de la Amazonía Oriental (Faor) exige públicamente que las autoridades competentes investiguen este homicidio con seriedad y detengan a los autores (intelectuales y materiales) para que no sea otro crimen a engrosar la inmensa lista de impunidad en el estado (de Pará)", señala un comunicado divulgado por este foro que agrupa a varias ONGs de la región.
En noviembre pasado, en un seminario que reunió a líderes campesinos de la Amazonía, Ribeiro da Silva relató las amenazas que había recibido y dijo que corría el riesgo de seguir el camino de Chico Mendes y Dorothy Stang, una misionera estadounidense asesinada en 2005 en Pará por defender a campesinos sin tierra. EFE
El líder campesino José Claudio Ribeiro da Silva y su esposa, María do Espíritu Santo da Silva, fueron tiroteados dentro del Proyecto Agroextractivista (Paex) Praialta-Piranheira, una reserva ambiental amazónica en la que vivían desde hacía 24 años, dedicados a la extracción artesanal de la castaña.
En las reservas Paex está permitida la explotación sustentable de la selva pero no la tala de árboles para garantizar simultáneamente la preservación del mayor pulmón vegetal del mundo y el sustento de miles de recolectores de frutos y pescadores de la zona.
El asesinato de la pareja llevó a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, a pedir a su ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, que ordene a la Policía Federal una investigación, según fuentes oficiales.
La reserva en la que ocurrió el doble homicidio está ubicada en Nova Ipixuna, próxima a la ciudad de Marabá, una región en la que son recurrentes los conflictos entre hacendados y campesinos por la propiedad de la tierra y entre pequeños recolectores y madereros por la preservación de la Amazonía.
Según familiares y amigos, la pareja recibía amenazas desde hacía dos años por sus denuncias contra los madereros interesados en invadir la reserva y en algunas ocasiones fueron blanco de pistoleros que rondaban su vivienda y disparaban al aire.
Las amenazas fueron atribuidas a madereros ilegales que explotan maderas de alto valor comercial, como la caoba, en esta reserva de cerca de 22.000 hectáreas en la que viven cerca de 500 familias.
"Ellos nos dejaron una lección, que es el ideal de la población de la Amazonía: permitir que el pueblo de la selva pueda vivir con calidad y de forma sustentable con el medio ambiente", afirmó el director del Consejo Nacional de Poblaciones Extractivistas en el estado de Pará, Atanagildo Matos, a medios locales.
La pareja también era dirigente de ese Consejo, una organización no gubernamental fundada por el líder ecologista Francisco "Chico" Mendes, cuyo homicidio en 1988 tuvo una amplia repercusión mundial.
"El Foro de la Amazonía Oriental (Faor) exige públicamente que las autoridades competentes investiguen este homicidio con seriedad y detengan a los autores (intelectuales y materiales) para que no sea otro crimen a engrosar la inmensa lista de impunidad en el estado (de Pará)", señala un comunicado divulgado por este foro que agrupa a varias ONGs de la región.
En noviembre pasado, en un seminario que reunió a líderes campesinos de la Amazonía, Ribeiro da Silva relató las amenazas que había recibido y dijo que corría el riesgo de seguir el camino de Chico Mendes y Dorothy Stang, una misionera estadounidense asesinada en 2005 en Pará por defender a campesinos sin tierra. EFE
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