Enmarcada en las medidas que está tomando el Gobierno en materia habitacional, los dueños de edificios – que desde hace más de 40 años poseen inmuebles alquilados- tienen que negociar su propiedad con los inquilinos.
El vocero de la Red Metropolitana de Inquilinos (RMI), Rigel Sergent, dijo que esta organización sostendrá reuniones con la Vicepresidencia de la República y se estudiarán los casos de 100 edificios.
Explicó que en una primera etapa se apelará a la conciliación entre el arrendatario y arrendador, la cual podrá tener varias prórrogas si los propietarios no acuden. El último paso, agotada la conciliación, es la expropiación del edificio.
El punto de honor que ha expuesto la Red de Inquilinos para el acuerdo de compraventa es lograr un precio razonable, “un justiprecio no especulativo del mercado”.
Esa organización, que elaboró y presentó ante la Asamblea Nacional la Ley de Regularización de Arrendamiento de Viviendas y pulsó para que se aprobara el decreto ley contra los desalojos arbitrarios, insiste en que a los inmuebles viejos no se les puede aplicar “las reglas del mercado capitalista de vivienda”, dado que consideran que por la antigüedad de la edificación se va depreciando y, por otra parte, no pueden ajustar el precio atendiendo a los servicios como el Metro, calles remozadas u otros servicios que tenga cerca, pues argumentan que son mejoras hechas por el Estado y no por los particulares.
Con información de Últimas Noticias
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