Ante los intensos combates que continúan en Yemen entre las fuerzas de seguridad y grupos tribales, Estados Unidos ordenó a sus ciudadanos y al personal diplomático no esencial que abandonen el país.
El Departamento de Estado aseguró que el riesgo para la seguridad es extremadamente elevado debido a las acciones terroristas y el levantamiento de la población.
Un periodista británico que se encuentra en la capital, Saná, le dijo a la BBC este miércoles que se habían producido fuertes tiroteos en la ciudad con fuego de mortero en una zona residencial de la ciudad.
En un momento de la jornada del miércoles, la violencia obligó al cierre del aeropuerto de la ciudad.
Al menos 60 personas han muerto en los tres días de enfrentamientos.
El presidente del país, Ali Abdulá Saleh, continúa rechazando los llamados internacionales para su dimisión ya que -argumenta- no dejará que su país se convierta en un estado fallido.
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