El miércoles era un rumor, ayer fue una propuesta y hoy, definitivamente, se ha quedado en una rectificación. Ante las críticas recibidas por la banca, el Gobierno italiano ha descartado imponer un impuesto a las transacciones financieras dentro de su plan de austeridad, según ha revelado la agencia AFP citando fuentes oficiales del Ejecutivo de Silvio Berlusconi.
El Gobierno había anunciado ayer que estudiaba imponer una tasa del 0,15% sobre las transacciones financieras y crear un impuesto del 35% sobre las operaciones financieras. No obstante, la medida, que ya estuvo en vigor en Italia hasta 2007, ha sido criticada duramente por los grandes bancos del país, ya bastante acosados por los problemas en los mercados de deuda y las nuevas exigencias de capital previstas en Basilea III.
La medida tenía que haber sido incluida en el plan de ajuste que el Gobierno de Silvio Berlusconi aprobó ayer, en un Consejo de Ministros de casi cinco horas. En total, el Ejecutivo prevé dejar de gastar y mejorar ingresos por unos 47.000 millones de euros, a repartir en un plazo de cuatro años. Finalmente, la cuantía aproximada del recorte (aunque Berlusconi no quiso confirmarlo) será de 1.800 millones en 2011 y de 5.500 millones en 2012, mientras la parte más consistente queda comprometida para la próxima legislatura: 20.000 millones en 2013 y otros tantos en 2014.
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