(EFE).- Sólo una cuarta parte de los rusos está dispuesto a votar al Frente Popular de Toda Rusia (FPTR) fundado recientemente por el primer ministro, Vladímir Putin, con vistas a las elecciones parlamentarias de diciembre próximo, según una encuesta difundida hoy.
Los resultados del sondeo, divulgados por el Centro de Estudios de la Opinión Pública (Vtsiom), muestran además que un 19 por ciento de los rusos considera positiva la creación del FPTR, un 13 lo ve como algo negativo y a un 32 le es indiferente.
Al mismo tiempo, crece el número de personas que conoce la nueva formación política, aunque más de la mitad de los jóvenes rusos no han oído hablar nunca del FPTR a menos de cinco meses para los comicios.
Putin amplió esta semana el plazo para la presentación de los candidatos que concurrirán en las elecciones en las listas del frente, que los críticos han comparado ya con el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS).
El partido oficialista Rusia Unida, partido encabezado por Putin, se ha mostrado dispuesto a ceder a otros candidatos 150 puestos de los 600 de sus listas electorales, entre los que podrían figurar independientes.
Al crear el frente en mayo pasado, Putin llamó a integrarse a todas las organizaciones y fuerzas patrióticas que respalden su programa de desarrollo para la próxima década.
Pese a la reciente victoria en las elecciones municipales y regionales, la popularidad de Putin y de Rusia Unida ha caído en los últimos dos años, principalmente debido al aumento del coste de la vida, el desempleo y la falta de perspectivas.
Según las encuestas, muchos rusos relacionan el partido oficialista con la arbitrariedad de burócratas y funcionarios, el enriquecimiento ilícito de los oligarcas y la rampante corrupción.
El primer ministro ruso aún no ha confirmado si encabezará las listas del FPTR o se presentará a las elecciones presidenciales de marzo de 2012.
Según recientes encuestas, Putin es el candidato preferido por los rusos, que le siguen viendo como el líder nacional por delante del actual presidente, Dmitri Medvédev, el candidato preferido de Occidente y que ha reconocido que le gustaría continuar al frente del Kremlin hasta 2018.