(AFP) - La ONU revisó al alza este lunes el número de víctimas de la represión en Siria, que cifró en más de 2.200, y su secretario general, Ban Ki-moon, acusó al presidente sirio Bashar al Asad de incumplir sus compromisos.
Al menos cinco personas murieron este lunes, al día siguiente de que el presidente Asad descartara abandonar el poder, como le exigen Estados Unidos y sus aliados occidentales.
El Consejo de los Derechos Humanos de la ONU durante una sesión extraordinaria en Ginebra denunció la continuación de la represión en Siria y acentuó la presión sobre Damasco, para que se forme una comisión independiente.
Las violaciones de los derechos humanos “continúan en Siria”, declaró durante la apertura de la sesión la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, quien precisó que de los 2.200 muertos desde el comienzo de la contestación a mediados de marzo pasado, 350 perdieron la vida desde el inicio del mes del ramadán en agosto.
La sesión, convocada a petición de 24 países miembros, entre ellos los cuatro árabes del Consejo –Arabia Saudita, Jordania, Qatar y Kuwait– debe votar, probablemente el martes, un proyecto de resolución que inste a las autoridades sirias a “poner fin inmediatamente a todos los actos violentos contra la población”.
El texto pide asimismo el envío urgente de una comisión independiente al lugar para “llevar a cabo investigaciones sobre las violaciones de los derechos humanos en Siria” e “identificar a los autores para garantizar” que respondan de sus actos.
El representante de Siria, Faisal Jabaz Hamui, estimó que “el lenguaje utilizado en el proyecto de resolución era odioso” y que su voto “no haría más que prolongar la crisis en Siria”.
Por su parte, Ban Ki-moon consideró “problemática” la incapacidad de Bashar al Asad de respetar sus promesas, en particular la de poner fin a la represión militar contra la oposición, declaró el lunes a la prensa.
El domingo por la noche, el jefe del Estado sirio desdeñó los llamados de varios países que piden su renuncia.
“Al abstenernos de reaccionar, les decimos (a los países occidentales) que sus declaraciones no tienen valor”, dijo en una entrevista televisada.
En su intervención del domingo, Asad también advirtió contra una intervención extranjera: “Cualquier acción militar contra Siria tendrá consecuencias mucho más graves de las que puedan imaginar”.
La oposición siria es hostil a la intervención militar extranjera, como la que se lleva a cabo en Libia, y se ha propuesto derrocar al régimen ella sola.
Por otro lado, el presidente de la Liga siria de Derechos Humanos, Abdel Karim Rihaui, fue liberado este lunes tras pasar diez días detenido, anunció su abogado Jalil Matuk.
Por último, este lunes, el jefe del Estado publicó el decreto de aplicación sobre la formación de una comisión habilitada para legalizar los partidos políticos, según la agencia oficial Sana. Presidida por el ministro del Interior, la comisión está compuesta por dos abogados y un magistrado.