Los gobiernos de Rusia y China se pronunciaron este lunes, por separado, sobre la actual situación que vive Libia, llamando a concretar una transición pacífica con el apoyo de la comunidad internacional, ante la posibilidad de un cambio de poder en el país del norte de África.
Ambas declaraciones se producen luego de que grupos armados pro colonialistas, junto a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), ingresaron a Trípoli el fin de semana, donde en apenas dos días murieron alrededor de 2.000 civiles.
A través de su cancillería, el Ejecutivo de Moscú llamó a cumplir la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas referidas a Libia, además de convocar a la comunidad internacional a demostrar responsabilidad y reserva respecto a la crítica situación interna que vive la nación del norte de África.
El ministerio ruso del Exterior remarcó que no se deben cometer actos de injerencia en los asuntos libios y que la población civil tiene que ser protegida.
En un comunicado, la Cancillería sostuvo que en Libia se acerca un cambio de poder, por lo cual tiene que iniciarse un proceso político para definir el futuro del país.
Para esto, Rusia llamó a respetar la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Libia.
Por su parte, el portavoz del ministerio chino de Asunto Interiores, Jiang Yu, manifestó que su país “respeta la elección del pueblo libio y espera que la situación se estabilice lo antes posible para que la gente pueda recuperar la normalidad”, reseñó la agencia Efe.
El gobierno del gigante asiático también se manifestó dispuesta a unirse a la comunidad internacional para “desempeñar un papel activo en la futura reconstrucción” de la nación.
Cuando el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó la implementación de una zona de exclusión aérea sobre Libia, Rusia y China se abstuvieron, aunque tuvieran poder de veto.
Luego de esta resolución, la Otan comenzó los masivos bombardeos sobre las ciudades libia, con el argumento de "proteger civiles".
Estos ataques han dejado como saldo unas 3.000 personas muertas, además de costos daños materiales en infraestructuras pública y militares.
En estos momento, Trípoli está bajo control de las fuerzas pro colonialistas y de la Otan, en tanto que todavía no se conoce el paradero del líder Muammar Al Gaddafi.
(AVN)