Argentina retornó a la pasarela de la Semana de la Moda de Nueva York de la mano de un grupo de diseñadores cuyas propuestas fueron desde piezas artesanales de la conocida marca Cardón al minimalismo de Min Agostini.
La propuesta primavera verano 2012 de Cardón, que incluyó además zapatos, fue la primera en tomarse la pasarela y lo hizo con los textiles y accesorios inspirados en la cultura argentina, lo que le ha distinguido desde que salió al mercado en 1988.
"Es una propuesta inspirada en la provincia de Jujuy, donde se realizan los carnavales más primitivos y auténticos de Argentina", dijo a Efe José Mutti, director de Cardón.
La marca optó por el anaranjado, el blanco y los colores tierra en una colección de vestidos largos y frescos, a tono con la temporada, y propuso los flecos en algunas piezas y accesorios.
Mientras que para el hombre destacaron los pantalones cortos, en su mayoría en seda, algodón y lino.
Cardón, que se presenta por segunda vez en la Mercedes-Benz Fashion Week, llevó a las telas estampados étnicos y accesorios como los tulmas, pelotas de lana en variados colores que usaban los indígenas para identificar a su ganado y que en esta colección adornó bolsos y collares.
Cora Groppo, que lanzó su marca en 2003, propuso vestir a la mujer con colores neutros: negros, blanco y gris en vestidos cortos y entallados al cuerpo, pantalones y faldas, algunas de corte asimétrico y con un tono más urbano.
Mientras, Daniela Santori debutó en Nueva York con estampados y color en vestidos y faldas -inspiradas en la religión afrobrasileña del Candomblé- para su propuesta primavera-verano para la mujer, confeccionada en algodón, lino y lana, explicó a Efe la joven diseñadora, que lanzó su marca hace nueve meses.
El grupo Mazalosa llegó por primera vez a la Semana de la Moda neoyorquina con su marca Desiderata, que nació en 2006, dirigida a un público moderno y urbano, con pantalones cortos, coloridos vestidos y chaquetas.
Mariana Dappiano, una de seis diseñadores que representó a Argentina en la pasarela de Nueva York, se decantó también por estampados que ella diseñó inspirados en los dibujos y garabatos que su hija hizo por toda la casa, dijo a Efe.
Dappiano presentó una colección de siete vestidos cortos confeccionados en su mayoría en seda y algodón y de colores vibrantes.
"Toda la colección está compuesta por piezas intercambiables" y dirigidos a una mujer "que no es de ningún tiempo" en específico, dijo la diseñadora, y agregó que no sigue los colores de moda.
La diseñadora y arquitecta Min Agostino fue la encargada de cerrar el desfile con una propuesta de vestidos para cóctel y de noche inspirados en la década de 1950, en los que se destacaron el coral y el verde limón.
Los vestidos y faldas de Agostini, que también se presentó por segunda ocasión en la Semana de la Moda de Nueva York, se caracterizaron por los pliegues y definir la figura femenina.
"Yo diseño desde la perspectiva de la arquitectura, así que es la primera vez que miro hacia atrás" en una propuesta, dijo Agostini, quien se refirió a su colección como "de alta costura y súper femenina".
La propuesta primavera verano 2012 de Cardón, que incluyó además zapatos, fue la primera en tomarse la pasarela y lo hizo con los textiles y accesorios inspirados en la cultura argentina, lo que le ha distinguido desde que salió al mercado en 1988.
"Es una propuesta inspirada en la provincia de Jujuy, donde se realizan los carnavales más primitivos y auténticos de Argentina", dijo a Efe José Mutti, director de Cardón.
La marca optó por el anaranjado, el blanco y los colores tierra en una colección de vestidos largos y frescos, a tono con la temporada, y propuso los flecos en algunas piezas y accesorios.
Mientras que para el hombre destacaron los pantalones cortos, en su mayoría en seda, algodón y lino.
Cardón, que se presenta por segunda vez en la Mercedes-Benz Fashion Week, llevó a las telas estampados étnicos y accesorios como los tulmas, pelotas de lana en variados colores que usaban los indígenas para identificar a su ganado y que en esta colección adornó bolsos y collares.
Cora Groppo, que lanzó su marca en 2003, propuso vestir a la mujer con colores neutros: negros, blanco y gris en vestidos cortos y entallados al cuerpo, pantalones y faldas, algunas de corte asimétrico y con un tono más urbano.
Mientras, Daniela Santori debutó en Nueva York con estampados y color en vestidos y faldas -inspiradas en la religión afrobrasileña del Candomblé- para su propuesta primavera-verano para la mujer, confeccionada en algodón, lino y lana, explicó a Efe la joven diseñadora, que lanzó su marca hace nueve meses.
El grupo Mazalosa llegó por primera vez a la Semana de la Moda neoyorquina con su marca Desiderata, que nació en 2006, dirigida a un público moderno y urbano, con pantalones cortos, coloridos vestidos y chaquetas.
Mariana Dappiano, una de seis diseñadores que representó a Argentina en la pasarela de Nueva York, se decantó también por estampados que ella diseñó inspirados en los dibujos y garabatos que su hija hizo por toda la casa, dijo a Efe.
Dappiano presentó una colección de siete vestidos cortos confeccionados en su mayoría en seda y algodón y de colores vibrantes.
"Toda la colección está compuesta por piezas intercambiables" y dirigidos a una mujer "que no es de ningún tiempo" en específico, dijo la diseñadora, y agregó que no sigue los colores de moda.
La diseñadora y arquitecta Min Agostino fue la encargada de cerrar el desfile con una propuesta de vestidos para cóctel y de noche inspirados en la década de 1950, en los que se destacaron el coral y el verde limón.
Los vestidos y faldas de Agostini, que también se presentó por segunda ocasión en la Semana de la Moda de Nueva York, se caracterizaron por los pliegues y definir la figura femenina.
"Yo diseño desde la perspectiva de la arquitectura, así que es la primera vez que miro hacia atrás" en una propuesta, dijo Agostini, quien se refirió a su colección como "de alta costura y súper femenina".
EFE
