El número de muertos por la explosión de un oleoducto el pasado lunes en una barriada de Nairobi asciende ya a 88, confirmó el responsable de comunicación de la Cruz Roja de Kenia sobre el terreno, Jarvis Sundays.
Los equipos de rescate "recuperaron hoy dos cuerpos del riachuelo" próximo al lugar del accidente, precisó Sundays.
Más de cien personas heridas reciben atención hospitalaria en la capital keniana y algunas aún podrían fallecer como consecuencia de las graves quemaduras, señaló el portavoz de la Cruz Roja, al advertir de que la cifra de víctimas mortales puede aumentar.
Según publica hoy el "Daily Nation", principal periódico de Kenia, el Gobierno keniano ha pedido ayuda a India para prestar asistencia médica a las víctimas.
Con motivo de la tragedia, el Ejecutivo de Kenia ha declarado dos días de luto (hoy y mañana) en todo el país, donde la bandera nacional ondea a media asta.
En un comunicado oficial, el Gobierno manifestó su "sincero apoyo a las familias que han perdido a sus seres queridos" y deseó "una rápida recuperación a las personas que han sufrido heridas".
El accidente ocurrió el lunes, alrededor de las 09.00 hora local (06.00 horas GMT), en la favela de Sinaí (sureste de Nairobi).
Según el diputado Johnson Muthama, presente en el lugar del suceso, la explosión se produjo cuando varias personas detectaron una fuga en el oleoducto y se apresuraron a recoger combustible, aunque admitió no conocer el origen del fuego que carbonizó la zona.
El oleoducto accidentado, propiedad de la compañía estatal Kenya Pipeline Company (KPC), transportaba combustible desde la ciudad portuaria keniana de Mombasa hasta Eldoret (centro-oeste de Kenia), pasando por la capital, Nairobi.
De momento, KPC he rehusado asumir ninguna responsabilidad por la tragedia y está a la espera de que una investigación determine la causa de la explosión.
En 2009, otro accidente similar, en el que un camión cisterna lleno de gasolina volcó en Sachangwan, al noroeste de Nairobi, causó la muerte de 122 personas que acudieron a hacer acopio de combustible.
EFE
Los equipos de rescate "recuperaron hoy dos cuerpos del riachuelo" próximo al lugar del accidente, precisó Sundays.
Más de cien personas heridas reciben atención hospitalaria en la capital keniana y algunas aún podrían fallecer como consecuencia de las graves quemaduras, señaló el portavoz de la Cruz Roja, al advertir de que la cifra de víctimas mortales puede aumentar.
Según publica hoy el "Daily Nation", principal periódico de Kenia, el Gobierno keniano ha pedido ayuda a India para prestar asistencia médica a las víctimas.
Con motivo de la tragedia, el Ejecutivo de Kenia ha declarado dos días de luto (hoy y mañana) en todo el país, donde la bandera nacional ondea a media asta.
En un comunicado oficial, el Gobierno manifestó su "sincero apoyo a las familias que han perdido a sus seres queridos" y deseó "una rápida recuperación a las personas que han sufrido heridas".
El accidente ocurrió el lunes, alrededor de las 09.00 hora local (06.00 horas GMT), en la favela de Sinaí (sureste de Nairobi).
Según el diputado Johnson Muthama, presente en el lugar del suceso, la explosión se produjo cuando varias personas detectaron una fuga en el oleoducto y se apresuraron a recoger combustible, aunque admitió no conocer el origen del fuego que carbonizó la zona.
El oleoducto accidentado, propiedad de la compañía estatal Kenya Pipeline Company (KPC), transportaba combustible desde la ciudad portuaria keniana de Mombasa hasta Eldoret (centro-oeste de Kenia), pasando por la capital, Nairobi.
De momento, KPC he rehusado asumir ninguna responsabilidad por la tragedia y está a la espera de que una investigación determine la causa de la explosión.
En 2009, otro accidente similar, en el que un camión cisterna lleno de gasolina volcó en Sachangwan, al noroeste de Nairobi, causó la muerte de 122 personas que acudieron a hacer acopio de combustible.
EFE