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viernes, 21 de octubre de 2011

El cisma de Merkel y Sarkosy obliga a convocar una segunda cumbre el miércoles

El cisma de Merkel y Sarkozy obliga a convocar una segunda cumbre el miércolesLa crisis europea vivió ayer un nuevo capítulo. El encuentro sorpresa entre Sarkozy y Merkel en Fráncfort el miércoles para llevar una postura común a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea del fin de semana no dio los resultados esperados. Ambos líderes no lograron ponerse de acuerdo ni en la fórmula para calcular las necesidades de recapitalización de la banca europea, ni en los mecanismos para reforzar el Fondo de Estabilización Financiera de la eurozona, conocido como fondo de rescate, según trascendió en la mañana de ayer.

Estas discrepancias devolvieron el nerviosismo a los mercados provocando pérdidas en las Bolsas, sobre todo en el sector financiero, y subidas de las primas de riesgo de los países periféricos. La española superó los 350 puntos básicos y la italiana cerró por encima de los 400.

Esta tensión obligó a ambos líderes a emitir al cierre de los mercados europeos un comunicado conjunto en el que aseguran que habrá un acuerdo para dar «una respuesta ambiciosa y global a la crisis que atraviesa la eurozona». Eso sí, reconocieron que ambos se volverán a reunir el sábado por la tarde para llevar una propuesta común a la cumbre el domingo, pero que la aprobación definitiva por los jefes de Estado y de Gobierno se realizará en un segundo encuentro que se celebrará, a lo más tardar, el próximo miércoles.

En el comunicado, ambos líderes apuntan que la respuesta a la crisis que atraviesa la zona euro incluirá tres elementos: nuevas modalidades de intervención del fondo de rescate, un plan para reforzar el capital de los bancos europeos, y la puesta en marcha de la gobernanza económica de la eurozona, con el reforzamiento de la integración económica de los países del euro.

A este respecto, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, habló ayer a través de una videoconferencia con Merkel, Sarkozy y Cameron y les instó a buscar soluciones para la eurozona, porque la crisis del euro supone, a su juicio, el «mayor riesgo actual para la recuperación de la economía mundial. Su opinión refrenda las palabras de la subsecretaria del Tesoro para asuntos internacionales, Lael Brainard, que aseguró que, aunque la «exposición financiera directa de EE.UU. a los países más vulnerables de Europa es moderada, la estabilidad financiera de Europa es de gran importancia para la confianza tanto del consumidor como de los inversores».

Respecto a Grecia, tanto Merkel como Sarkozy anticipan que para dar una solución sostenible al país «las autoridades helenas deberán tomar nuevas medidas de ajuste para encarrilar la situación de su economía en el marco de un nuevo programa de ayuda financiera». Y piden además, que se abran negociaciones «inmediatas» con el sector privado para llegar a un acuerdo respecto a la quita de la deuda griega, que en julio se pactó en el 21% y que ahora, podría incluso llegar hasta el 60%.

Estas advertencias se producían el mismo día en que Papandreu conseguía con una mayoría de 154 votos la aprobación de la ley que aplicará las últimas medidas de recortes de salarios y pensiones, los despidos estatales, los nuevos impuestos y otras reformas laborales. Y mientras, en las calles de Atenas se recrudecían las protestas contra los ajustes, informa Begoña Castiella.

En el comunicado oficial de Sarkozy y Merkel nada se habla de los detalles de ninguno de los epígrafes del plan para salvar al euro. De hecho, según fuentes consultadas por ABC, las discrepancias entre ambos son todavía notables en muchos aspectos.

Alivio para España

Pero estas desavenencias, apuntan fuentes financieras, pueden ser una salida al temido castigo a la deuda de España e Italia. Según ha podido saber ABC, el regulador bancario europeo (EBA en inglés) puso el miércoles sobre la mesa una propuesta para que los bancos, en el proceso de recapitalización, valoren la deuda a precio de mercado, en lugar de aplicar posibles quitas. Esta medida, que beneficiaría sobre todo a los tenedores de deuda alemana, fundamentalmente los bancos germanos, puso en pie de guerra a Francia. Su deuda soberana tiene un valor de mercado inferior a la alemana, y más desde que la agencia Moody's advirtiera esta misma semana que el país galo corre serio peligro de perder la codiciada nota de «triple A», lo que llevó a la prima de riesgo gala a superar los 100 puntos básicos, un récord en los últimos diecinueve años. De ahí que ahora, según las citadas fuentes, la EBA esté preparando una nueva fórmula para recapitalizar los bancos, que se estudiará en la cumbre del domingo, y que no incluiría penalización por la tenencia de deuda periférica. Esto supone un alivio para los bancos españoles, que no se librarán, sin embargo, de un previsible aumento de las exigencias de capital de mayor calidad, que podría llegar hasta el 9%.

Discrepancias sobre el fondo

Otro de los puntos de disensión entre Francia y Alemania se refiere a la forma de aumentar la capacidad del fondo de rescate. París apuesta por convertirlo en una especie de banco que pudiera financiarse en el BCE, y luego prestar fondos a los países que los necesitaran, a lo que se ha negado Berlín en redondo porque sería cargar sobre el BCE la responsabilidad de los rescates, misión que no tiene asignada en los Tratados.

En medio de esta ceremonia de la confusión, en Bruselas se estudiaba ayer la posibilidad de exigir más sacrificios a Italia y España, que son los países con mayores tensiones en sus mercados de deuda y, por tanto, susceptibles de necesitar ayuda financiera a medio plazo.


ABC