(Reuters) - Venezuela carece de datos fiables sobre su producción
de diamantes, por lo que es improbable que entregue a tiempo la
información que le exigen para reincorporarla al proceso global de certificación
Kimberley, dijo el miércoles un ex funcionario de Gobierno.
Venezuela se retiró en 2008 del Proceso Kimberley, creado en 2003
para prevenir que los llamados “diamantes de sangre” ingresen
al mercado, y solicitó un plazo de dos años, que vence este mes, para poner en
orden sus cifras y entregar datos confiables sobre las operaciones con
diamantes.
La organización no gubernamental Global Witness anunció su retiro esta semana
del esquema alegando que la entidad no ejerce presión sobre países como
Venezuela y Zimbawe
Kimberley va a decir que Venezuela queda fuera hasta que entregue las
cifras, pero no es indispensable estar allí para resolver el problema
minero del diamante”, contestó Luis Herrera, ex presidente de la estatal minera
Minerven, sobre la posible reincorporación del país.
“El objetivo de Venezuela era reorganizar todo el proceso de fiscalización y
control (pero) no tenemos control sobre las cifras”, agregó
Herrera, quien estuvo al frente de la actividad minera hasta hace pocos
meses, cuando salió como parte de una reorganización.
Grupos de expertos consideran que aunque los diamantes venezolanos
constituyen sólo una parte simbólica del mercado mundial, su venta
clandestina daña los esfuerzos por mejorar un comercio que por mucho
tiempo se asoció con el financiamiento de conflictos armados.
Desde que el gobierno del presidente Hugo Chávez comenzó en 2003 a revocar y
dejar expirar las concesiones de diamante que tenían empresas extranjeras, el
Estado tiene el control total de las minas, pero no está realizando
explotaciones formales pese al anuncio de varios planes de
extracción.
La canadiense Teck Cominco, la estadounidense Guaniamo Mining y la gigante De
Beers, controlada por Anglo American, entre otras, cesaron en la última década
sus operaciones en busca de diamantes en el país.
Esto deja en manos de ilegales la rica zona de Guaniamo, ubicada al sur del
país y considerado uno de los yacimientos más importantes de la región
con unos 33 millones de quilates de reservas estimadas, lo que
dificulta la recopilación de estadísticas sobre producción y comercio.
Se estima que la mayor parte de los diamantes que son extraídos informalmente
de territorio venezolano son traficados vía Brasil hacia
Europa.
Venezuela reportó al Proceso Kimberley una producción de 16.981 quilates en
2006, pero fuentes extraoficiales cifran la producción anual entre
200.000 y 300.000 quilates, según el diario británico The Guardian.
“Nuestros diamantes salían (del país) de todos modos y obtenían
certificación, estando Venezuela dentro del Proceso Kimberley”, se lamentó
Herrera, quien agregó que urge formalizar la producción del
recurso.
El viceministerio de Minas, que acaba de ser unificado nuevamente por Chávez
con el Ministerio de Energía y Petróleo, no contestó las peticiones de
información. (Editado por Mónica Vargas)