Pocas veces un Mundial de Clubes había generado tanta expectativa como en esta ocasión, en la que el posible enfrentamiento entre el argentino Lionel Messi y el brasileño Neymar da Silva trasciende a dos equipos o dos países, para convertirse en el duelo que nunca se dio entre Maradona y Pelé.
Clones modernos de la magia de los dos mayores
astros de todos los tiempos, cierto es que el delantero argentino del Barcelona
llega como rey absoluto del fútbol, mientras que la joven perla del Santos
brasileño es por ahora uno más entre sus príncipes herederos.
Pero toda historia tiene sus guiños y, en esta
ocasión, conducen a la discusión más primigenia entre los aficionados de este
deporte. Maradona o Pelé, Pelé o Maradona.
El fútbol de salón de los catalanes, empeñados en
cada partido en reinventar el mayor espectáculo jamás visto, ha aupado a ese
argentino tan parco en las palabras como fascinante sobre el césped, a un Olimpo
en el que con 24 años ya se codea con la historia.
Por otro lado, pese a ser el último diamante en
bruto en disputa entre Barza y Madrid, Neymar da Silva de momento y hasta 2015
tratará de llevar al Santos brasileño a la gloria mundial, como hiciera Pelé en
los años 70.
Aunque a sus 19 años parezca estar más pendiente
de menear la cadera al ritmo de la música, este delantero dicharachero y
escuálido, de cresta inverosímil, empieza a sentir el peso de un país sobre sus
hombros.
"Neymar es mejor que Messi", ha apuntado
Pelé en los últimos días, una osada afirmación que Maradona ha replicado con su
ironía habitual: "Pelé ha debido tomarse la medicina equivocada. Neymar es
bueno, pero nunca sería capaz de igualar a Messi".
EFE