Más de 42.000 personas han muerto desde la guerra de Vietnam
en este país por la explosión de bombas, minas o artillería abandonada durante
el conflicto que enfrentó a Estados Unidos y al ejército comunista
norvietnamita, indicó hoy el primer ministro vietnamita, Nguyen Tan
Dung.
Dung indicó durante la conferencia de donantes para la destrucción
de minas que se celebra en Hanoi que otras 62.000 personas han resultado
heridas por la explosión de estos artefactos bélicos.
Las
muertes producidas por la detonación de estas armas de guerra,
esparcidas por el territorio vietnamita desde hace más de 36
años, causan centenares de muertos y heridos cada año.
Según
datos oficiales, cerca de un tercio de los fallecidos son chatarreros
que buscan y desactivan bombas para vender el metal.
El
embajador de Estados Unidos en Vietnam, David Shear, apuntó durante la
conferencia que el país norteamericano había donado cerca de 62 millones
de dólares (46 millones de euros) para ayudar a Vietnam a lidiar con este
"doloroso legado".
De las 15 millones de toneladas de artefactos
explosivos lanzados por EEUU durante diez años de bombardeos, unas
800.000 toneladas sin explotar todavía contaminan al menos el 20 por ciento del
territorio del país, según el diario oficial del
Ejército.
Aunque cada año se logran desactivar entre 15.000 y 20.000 de
estos dispositivos, a este ritmo se tardará 440 años en limpiar todo el
territorio.
Los datos oficiales vietnamitas no incluyen el
reguero de muertos y amputados por el mismo motivo en las vecinas Camboya y
Laos, que también fueron bombardeadas profusamente por Estados Unidos
durante aquellos años.