(AFP) El consulado de Venezuela en Miami atendía hasta su cierre unas
400 personas diarias que tramitaban remesas, pensiones y contratos
comerciales de los 200.000 ciudadanos de ese país.
Estas personas viven en Florida, Georgia, Carolina del Sur y Carolina
del Norte, comunidad que integra el mayor centro de votación de
venezolanos en el exterior.
“Mi abuela de 75 años tiene que pedir una Fe de Vida en el consulado
para recibir su pensión y ahora no sabemos si esperamos o ir con ella
hasta Nueva Orleans, donde está ahora el consulado más cercano”, dijo a la AFP
Marjorie Flores, administradora de un cafetín en el centro de Miami.
La oficina consular de Nueva Orleans está ubicada a 1.384 km al
noroeste del consulado de Miami, cerrado oficialmente el lunes por el
gobierno venezolano luego que Estados Unidos expulsara sin justificación a su
responsable, Livia Acosta.
La funcionaria venezolana había sido acusada en diciembre en un documental de
la cadena hispana Univisión de participar en un supuesto complot iraní
para realizar ciberataques en contra de Estados Unidos, orquestado en
México años atrás cuando la diplomática estaba destacada en ese país.
Pero para la mayoría de los dirigentes de organizaciones políticas
venezolanas en Miami, donde viven oficialmente más de 200.000
venezolanos aunque algunos grupos afirman que son casi un millón, el cierre del
consulado en el sur de Florida será temporal y no creen que se extienda hasta
las elecciones de octubre de 2012.
“Se trata de una malcriadez del presidente (Hugo) Chávez y su
canciller Nicolás Maduro que afecta sobre todo al ciudadano de a pie:
aquel que tiene que pasar por el consulado para cobrar sus pensiones, a los
estudiantes que dependen de sus remesas familiares, a los que quieren inscribir
a sus hijos nacidos en Estados Unidos”, dijo a la AFP José Colina, presidente de
la organización Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex).
Colina, ex teniente de la Guardia Nacional de Venezuela que integró el grupo
de militares disidentes al gobierno del presidente Chávez que tomaron la Plaza
Altamira de Caracas en octubre de 2002, negó que desde su exilio en Miami haya
conspirado para atentar contra los funcionarios consulares de esta ciudad, como
fue acusado en Caracas.
Quieren maquillarse de víctimas, inventar ataques en contra de sus oficiales en
Miami para tapar el escándalo que tienen encima con la denuncia contra
la cónsul Acosta“, dijo por su parte Patricia Andrade, directora de
Venezuela Awareness Foundation, una organización venezolana que recopila casos
sobre violaciones de derechos humanos desde Miami.
“Mientras arman esta cortina de humo deben estar limpiando,
quemando documentos que los comprometen en este caso internacional”, señaló
Andrade.
Según la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), en Miami
hay 20.000 venezolanos inscritos para votar y que participarán de las primarias
el 12 de febrero, “una cifra de electores que sabemos que puede marcar la
diferencia en una elección, sobre todo considerando que aquí el 99% vota a la
oposición”, dijo a la AFP Pedro Mena, secretario ejecutivo de la MUD en
Miami.
“Pero no creo que la sangre llegue al río y este cierre será temporal
y podremos votar en octubre. El problema es ahora para estudiantes que
viven de sus remesas, para sacar certificados de defunción, para hacer trámites
de pensionados”, afirmó Mena.
Alejandra Ortiz, una auxiliar de vuelo venezolana de 35 años, coincidió con
varios compatriotas radicados en Miami en que “es más de lo mismo. Con o sin
consulado para mí nunca nuestros votos han sido contados”.
Trabajadores, estudiantes, empleados informales y dirigentes políticos de
esta comunidad cada día más numerosa en el sur de Florida apuestan a que el
cierre no será largo porque Venezuela es un socio comercial importante del
estado: importa desde Florida más de 4.500 millones dólares en productos, según
la Cámara de Comercio.
Miami “es el centro comercial preferido de las personas afines al
gobierno de Chávez y de sus propios funcionarios“, indicó Andrade
haciéndose eco de una versión expresada por Colina y venezolanos que se emplean
en restaurantes, tiendas y estacionamientos en la ciudad.
“En el año 2011, solamente por el lado del consulado, se emitieron
más de 64.000 documentos, cuya mayoría eran certificados de origen para
la exportación”, dijo al diario El Nuevo Herald Lesly Simón, presidenta de la
Cámara de Comercio Venezolana Americana.