EFE).- El sambódromo Marqués de Sapucaí, escenario central de los desfiles
de las escuelas de samba cariocas, lucirá renovado en el próximo
carnaval, que se celebrará dentro de un mes, gracias a una reforma y
ampliación que aumentará su aforo en cerca de 12.500 lugares.
La reforma, que comenzó en abril del año pasado con la demolición de
una planta cervecera que durante décadas funcionó al lado del recinto,
debe terminar a mediados de febrero, justo a tiempo para la espectacular
presentación de las escuelas, según confirmaron hoy a Efe responsables de la
obra.
Los desfiles de las escuelas de samba del grupo especial del carnaval de Río
de Janeiro se celebrarán las noches del 19 y 20 de febrero
próximo.
Una vez concluidos los trabajos, la popular avenida de cerca de 700 metros de
longitud, flanqueada por graderíos de concreto, tendrá capacidad para
recibir a 75.000 personas en cada noche de desfiles y servirá además
como escenario para algunos deportes en los Juegos Olímpicos de 2016, como las
pruebas de tiro con arco y la llegada del maratón.
Cuando falta sólo un mes para el carnaval, el polvo y el olor a
cemento fresco inundan el ambiente de la obra, cuya finalización estaba
prevista originalmente para diciembre del pasado año.
Un ejército de cerca de 600 obreros entre albañiles, pintores y técnicos de
toda clase trabajan mientras visitantes y curiosos intentan saltarse la
seguridad del recinto para poder ver de cerca el inmenso escenario al aire libre
diseñado por el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer.
“Vamos a tener todo listo aunque sea a última hora, pero (la
obra) está bien encaminada, va a quedar fantástico”, dijo recientemente el
alcalde de Río, Eduardo Paes
La reforma costará 30 millones de reales (unos 19 millones de dólares) y
ha sido financiada por la cervecera propietaria de la estructura del
edificio que hasta ahora albergaba los palcos en los que se daban cita
las celebridades brasileñas y extranjeras que quieren ver desde un lugar
privilegiado los desfiles de samba.
Cuando se construyó el sambódromo, en los años 80, no se hicieron
gradas en gran parte del flanco derecho por la existencia de la citada fábrica
de cerveza, entonces en funcionamiento, pero con la reforma el
escenario se ajustará finalmente al proyecto original de Niemeyer.