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miércoles, 18 de enero de 2012

A ULTIMA HORA 18 DE ENERO


El capitán se defiende: “Caí en el bote salvavidas”

Francesco Schettino afirma que tropezó y cayó en la embarcación cuando ayudaba a los pasajeros. Sin embargo, medios italianos informan que en su bote iban sólo él y dos oficiales de abordo.

Los ojos de Italia (y del mundo) están puestos hoy en Francesco Schettino, el capitán del crucero hundido frente a la isla de Giglio que, según trascendió hoy, se defendió ante la justicia argumentando que no abandonó el barco antes de que finalizara la evacuación, sino que cayó por accidente en uno de los botes de rescate.

Mientras Schettino continúa arrestado en su casa de Meta de Sorrento (cerca de Nápoles), los medios italianos se hacen eco de su declaración ante la jueza de instrucción Valeria Montesarchio, que lo indagó ayer. Según la versión que dio, un problema técnico lo obligó a abandonar el barco antes que el resto de los pasajeros. "No quería huir, sino estuve ayudando a los pasajeros para bajar un bote salvavidas al agua", afirmó. Según argumentó, el mecanismo para bajar la embarcación al agua falló y de repente volvió a funcionar. En ese momento, "tropecé y caí en el bote y de repente estaba con los pasajeros en el bote", finalizó. 

Siempre según su relato, no pudo regresar al barco, porque ya estaba demasiado inclinado. 

Los diarios "Corriere della Sera" y "La Repubblica" dudan de esa versión, sobre todo porque en el bote salvavidas de Schettino sólo se encontraban el segundo oficial de abordo, Dimitri Christidis, y la tercera, Silvia Coronica

Mientras tanto, la búsqueda de la veintena de desaparecidos en el naufragio fue hoy nuevamente suspendida por razones de seguridad.

El mal tiempo y el fuerte oleaje obligaron a interrumpir la tarea de los buzos. Los instrumentos detectaron un "movimiento" del Costa Concordia –que se encuentra tumbado sobre uno de sus costados-, por lo que se está evaluando si de trata de un deslizamiento en busca de otro punto de apoyo para reanudar las operaciones de rescate, pese a que las autoridades ya perdieron las esperanzas de encontrar sobrevivientes. 

Cinco días después del naufragio del gigantesco crucero frente a las costas de la isla de Giglio, los equipos de buzos de la marina italiana planean la exploración de otras áreas sumergidas, para lo cual se abren paso con pequeñas cargas explosivas. "Vamos a abrir tres nuevos frentes", indicó Cosimo Nicastro, vocero de la Guardia Costera. 

Hasta el momento se encontraron 11 cuerpos. Las autoridades mantienen la cifra de 28 desaparecidos, entre ellos 24 pasajeros (alemanes, italianos, franceses, estadounidenses) - y cuatro miembros de la tripulación: un italiano, un húngaro, un peruano y un indio. El número incluye a los 6 cadáveres hallados ayer, que todavía no fueron identificados. En el barco viajaban más de 4.200 pasajeros. 

EL CLARIN