EFE-Portugal logró colocar hoy el máximo de su emisión de deuda, 2.500 millones de
euros, a un interés ligeramente menor al de las últimas subastas equivalentes,
en la primera operación de este tipo en el mercado primario tras la rebaja de la
calificación del país hecha por Standard & Poor's (S&P).
La
rentabilidad exigida por los inversores para comprar deuda lusa se mantuvo en
todas las líneas por debajo del 5 %.
Pese a que el viernes S&P rebajó
la nota del país hasta situarlo a nivel de "bono basura", la emisión contó con
una elevada demanda, tal y como preveía el propio Instituto de Gestión del
Crédito Público (IGCP) luso, que decidió la semana pasada aumentar la cantidad
de deuda emitida hoy.
Todas las miradas se dirigían a los títulos con
vencimiento a once meses, de los que se colocaron 1.250 millones de euros a
cambio de un interés del 4,98 %, debido a que Portugal no acudía al mercado para
colocar deuda con un plazo superior a seis meses desde abril del año pasado,
antes de su petición de rescate financiero.
Entonces el país pagó una
penalización del 5,9 % por emitir 455 millones de euros en bonos a doce
meses.
En la línea a seis meses, Portugal colocó 754 millones de euros a
un interés del 4,74 %, medio punto por debajo de la última subasta equivalente,
celebrada el pasado mes de noviembre, cuando la rentabilidad exigida fue del
5,25 %.
A tres meses fueron vendidos títulos por valor de 496 millones de
euros a cambio de una rentabilidad del 4,34 %, exactamente la misma tasa que la
registrada en la última emisión similar, hace dos semanas.
Analistas
lusos coincidían en considerar los resultados conseguidos hoy en el mercado
primario como positivos para Portugal, especialmente después de la rebaja de su
nota decretada por S&P.
Con esta última rebaja, las tres principales
agencias de calificación del mundo (Moody's, Fitch y la propia S&P)
consideran la deuda soberana lusa de "inversión altamente especulativa", es
decir, de "bono basura".
La decisión de S&P fue duramente contestada
desde el Gobierno portugués, de signo conservador, e incluso el primer ministro
luso, Pedro Passos Coelho, acusó a dicha agencia de basar sus consideraciones en
cuestiones de índole político, lo que en su opinión "es peligroso".
La
rebaja de su nota se notó especialmente en los intereses que penalizan su deuda
a largo plazo en el mercado secundario -donde se compran y venden los títulos
adquiridos en subastas públicas como la de hoy-, que volvieron a aumentar hasta
disparar la prima de riesgo hasta cotas nunca vistas desde la entrada en vigor
del euro.
Hoy mismo, las obligaciones lusas a diez años cotizaban al 14,2
%, dos puntos más que al cierre de la sesión el viernes.
La presión de
los mercados sobre la deuda lusa continúa sin bajar de forma sustancial pese a
la petición de ayuda financiera a la Unión Europea y el Fondo Monetario
Internacional por parte de Portugal, en abril del año pasado, y que ha
conllevado la adopción de un severo programa de ajustes y recortes en el país.