EFE).- Dick Clark, un icono de la televisión y de la industria musical de EE UU y para siempre conocido como el “eterno adolescente”, falleció hoy a los 82 años a causa de un ataque cardíaco, ocho años después de sufrir un derrame.
Clark dejó una indeleble impronta como productor y presentador de televisión y promotor de jóvenes talentos en la industria discográfica pero, sobre todo, revolucionó la música pop a través de su popular programa “American Bandstand”.
El empresario había sufrido un derrame en 2004 pero eso no impidió que retomara las riendas de sus programas y, según dijo a la cadena ABC su representante artístico, Paul Shefrin, murió de un “ataque cardíaco masivo”.
El anuncio de la muerte suscitó de inmediato un torrente de tributos de celebridades a través de las redes sociales, y de homenajes improvisados en los principales canales de la televisión estadounidense.
De impecable vestir, agraciado y con aspecto juvenil, Clark se ganó el apodo de “el adolescente más añejo de EE UU.” (“America’s Oldest Teenager”). Le sobreviven sus tres hijos y su tercera esposa, Keri Wigton, con quien se casó en 1977.
Nació en Mount Vernon (Nueva York) el 30 de noviembre de 1929 con el nombre de Richard Wagstaff Clark y comenzó su meteórico ascenso en la industria musical desde antes de graduarse de secundaria, en la estación de radio WRUN, que operaban su padre y su tío.
El programa se ganó el respaldo de millones de fanáticos, décadas antes de la aparición de canales como MTV, VH1, y de novedosos dispositivos como los CDs o el iPod.Poco a poco, Clark demostró allí su talento en las ondas radiales y posteriormente se trasladó a Filadelfia (Pensilvania) a una estación de radio en 1952, desde donde lanzó el popular programa de baile “Bandstand”, dirigido a los adolescentes.
Su popularidad, basado en la simple fórmula de jóvenes telegénicos bailando al son de los ritmos más pegadizos del momento, se disparó en cuestión de cinco años.
No tardó en llamar la atención de la cadena ABC, que lanzó el programa a nivel nacional bautizándolo como “American Bandstand”, y por donde pasaron estrellas como Elvis Presley, el grupo ABBA, Jerry Lee Lewis o Chuck Berry.
Precedido por la fama de “American Bandstand”, Clark se mudó a Hollywood a mediados de la década de 1960 y lanzó su propia empresa de producción, que dio fruto a diversos programas de televisión con grandes audiencias.
Además de la penetración que logró en millones de hogares estadounidenses con “American Bandstand”, Clark también registró otro hito en la cultura popular de Estados Unidos: su programa de “New Year’s Rockin’ Eve”, también en la cadena ABC, se convirtió en una tradición para celebrar la llegada del Año Nuevo durante más de tres décadas.
Además de una extensa cosecha de premios y galardones, incluyendo su inclusión en el Salón de la Fama del Rock ‘n’ Roll y una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, Clark también tuvo una exitosa y acaudalada incursión en toda clase de negocios en la empresa privada.
Su legado es indiscutible: según el Museo de Comunicaciones y Radiodifusión, la empresa Dick Clark Productions produjo más de 7.500 horas de programación, incluidas decenas de series y especiales, y una veintena de películas.