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sábado, 7 de abril de 2012

José Vicente Carrasquero: “En una verdadera confrontación Chávez no tiene nada que decir”


 El politólogo José Vicente Carrasquero cree que mientras el presidente Chávez entienda la contienda electoral como un torneo de insultos, Henrique Capriles lo seguirá ignorando.
En una entrevista para el diario oriental El Tiempo, el exjefe de campaña de Manuel Rosales dijo que no le cuadran los números del Instituto Venezolano de Análisis de Datos según los cuales Chávez le saca hasta 30 puntos a su rival.
De todas formas, dijo que en Política no hay tendencias irreversibles. Por eso recordó que en 1998, Hugo Chávez arrancó la campaña con apenas 10% en todas las encuestas. He aquí la entrevista:
– La encuesta más reciente del Ivad (Instituto Venezolano de Análisis de Datos) arroja 30 puntos de ventaja de Hugo Chávez sobre Henrique Capriles Radonski. ¿Cómo interpreta este resultado al inicio de la precampaña?
– Ivad tiene que revisar esa encuesta, porque cuando proyectas ese sondeo sobre la población da, por ejemplo, que el candidato Capriles Radonski tiene -según ellos- menos votos de los que sacó la oposición en las primarias del 12 de febrero. No es razonable, por lo tanto tendrían que revisar eso. Siempre hay una probabilidad de que la encuesta tenga un error, porque es un evento probabilístico. Quizás su muestra no es representativa de la población general.
-Datanálisis se demoró en publicar sus resultados post primarias (también favorables, aunque por 13 puntos, al candidato-Presidente) porque, de acuerdo con sus voceros, consideraron conveniente esperar también a que bajara la emotividad asociada a la recaída de salud de Chávez. ¿Es correcta esa estrategia?
Es clásico que cuando pasa algún evento extraordinario, la opinión pública es voluble, cambia. Hay una encuesta que se hizo en 1992, la mitad del estudio de campo (entrevistas en la calle) se hizo antes de la intentona golpista del 4 de febrero. Allí, cuando se revisaba la parte del sondeo que se completó luego de la insurrección militar, se halló que las dos mitades mostraban resultados completamente distintos. Evidentemente, cuando hay momento de cierta conmoción, uno siempre espera para que esa situación no afecte los resultados de la encuesta.
– ¿Qué impacto puede tener la enfermedad del presidente Chávez?
- Creo que la enfermedad del Presidente podría tener un impacto negativo para el gobierno y para el propio jefe de Estado. La gente cuando va a votar está pensando en un proceso electoral para un gobierno que va a durar seis años. La pregunta que podrían comenzar a hacerse los electores es: “¿Realmente el Presidente durará seis años?” No veo tan fácil el hecho de que la gente corra el riesgo de votar por un candidato simplemente por lástima.
-¿Las enfermedades pueden ayudar a ganar elecciones?
-Sería un caso muy extraño. Eso, precisamente, es lo que ha hecho que se acaben algunos gobiernos en varios países del mundo.
– La oposición ha arrancado la primera fase de precampaña con una estrategia de contacto directo, de visitas casa por casa. ¿Qué opinión tiene del trabajo hecho por Capriles Radonski en este sentido?
– Capriles Radonski es menos conocido que Chávez, él tiene que hacer la tarea de presentársele a la gente. Esa tarea hay que hacerla en forma personal, porque resulta generalmente bastante impactante para la gente. Sobre todo porque las personas no están acostumbradas a ver un candidato presidencial suelto por allí. El hecho de que ahora el abanderado de la oposición esté visitando casa por casa, oyendo a la gente y prestándole atención, contrasta mucho con la forma en que está trabajando el gobierno, el cual no toma en cuenta las opiniones de la gente y sus preocupaciones. Una muestra de eso es que no se puede hablar del tema del agua contaminada. Eso demuestra que el gobierno le da mucha más importancia a la permanencia en el poder que a la propia salud de las personas.
-Pero el presidente Chávez ha impulsado las nuevas misiones de trabajo y vivienda, además de la inminente aprobación de la demorada Ley Orgánica del Trabajo.
-Eso es, nuevamente, tratar de repetir la estrategia de los años 2004, 2005 y 2006, pero la gente se da cuenta de que son ofertas electorales que después desaparecen. No se consigue aceite, harina, leche. Ese es el día a día de un venezolano. Una campaña que no gire alrededor de este problema está destinada a fracasar.
- ¿En cuánto tiempo cree que puedan empezar a verse los primeros resultados del contacto cara a cara de Capriles Radonski?
-Eso es como una especie de relleno de pólvora. Uno lo prende por un lado y termina de encenderse rápido. Eso lo deberíamos estar viendo bastante pronto. La encuesta divulgada por Consultores 21 (que refleja un “empate técnico”) entre Capriles y Chávez) luce mucho más razonable, dado los problemas del país, que los sondeos difundidos por el Ivad e Hinterlaces.
-Supongamos que los hallazgos de la encuesta del Ivad sean correctos. ¿Es posible para Capriles Radonski remontar, en seis meses, la ventaja de 30 puntos que le lleva el candidato Chávez?
-Claro. Eso de que las cosas son irreversibles no existe en política. En 1998, cuando comenzó la campaña, Chávez estaba en apenas diez puntos. Respeto al profesor Félix Seijas (director del Ivad), pero ellos nunca se atrevieron a decir cuánto sería la participación en las primarias de la oposición, no pegaron una en las elecciones parlamentarias del año 2010. Allí tienes dos datos duros, cuando es así, las encuestas se arrodillan.
– Chávez tiene la posibilidad de retomar un trabajo mucho más dinámico en los próximos meses, con más presencia de calle.
-Si Chávez se activa aumenta sus oportunidades. Lo que ocurre es que el candidato revolucionario no va a poder evitar que la campaña gire alrededor de su gestión, un trabajo magro que está por debajo de la expectativa de la gente.
-¿Cuál debería ser la estrategia de la oposición? ¿Es positivo para el objetivo del 7 de octubre seguir evitando la confrontación?
-Lo que pasa es que la gente no entiende lo que es confrontación. Para Chávez la confrontación es llamarte estúpido, oligarca, burgués. La confrontación tiene que ser, por ejemplo, en el terreno, de qué va a hacer el gobierno para resolver el problema de la vivienda, dado que no lo hizo en los últimos 13 años; qué hará para solucionar el problema de la delincuencia. Esa es la verdadera confrontación. ¿Chávez la tendrá? Evidentemente no, en una verdadera confrontación no tiene nada que decir.
Con información de El Tiempo